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WATERPOLO

Las guerreras del agua lo bordan y logran el billete a Río

Enmudecieron Gouda con una victoria superlativa ante Holanda por 7-10. Acertadas en defensa e insuperables en ataque, las de Oca hicieron un partidazo.

Las españolas celebran su pase.
AWFotoÑGERT JAN KOOIJEFE

La Selección masculina de waterpolo que ganó la plata en los Juegos de Barcelona, en 1992, siempre cuenta una anécdota que, con el tiempo, les hizo darse cuenta de que fue definitiva para no ganar aquella histórica final. En el momento antes de salir a las piscinas Picornell, los españoles, nerviosos y superados por la situación, empezaron a gritar incluso insultar a los italianos, quienes entraron en silencio, concentrados, absortos por el alboroto, igual que las chicas de Miki Oca antes de medirse por la plaza olímpica ante Holanda en Gouda.

Todo estaba en su contra, tanto el rival (subcampeón mundial y europeo), como la piscina bulliciosa y las apuestas, dada la bipolaridad española en este campeonato. Pero el bagaje cuenta en partidos así, a vida o muerte, definitivos, y el equipo español ya sabe lo que es ganar un Preolímpico, ser plata en unos Juegos, oro en un Mundial y un Europeo. Las guerreras del agua estarán en Río en agosto y podrán pelear por su sueño: el oro que se les escapó en Londres.

A diferencia del resto de partidos de este Preolímpico, las de Oca empezaron como un ciclón. Judit Forca marcó en un veloz contraataque y Pili Peña hizo el segundo de un precioso reverso. Apenas se llevaban dos minutos de partido y a Holanda le empezó a entrar el miedo. La dura defensa española, la de las mejores tardes, siguió anulando a las oranje, en una piscina que poco a poco se fue enmudeciendo. España encontró un filón por su ataque derecho, y la herida holandesa empezó a sangrar todavía más ante el asombro de la piscina. Peña marcó el 0-3 y Forca, de un lanzamiento desde al menos siete metros, repitió con el 0-4. A falta de cinco segundos, las locales lograron estrenarse en el marcador (1-4). Se soltaron, pero no lograron nunca alcanzar su nivel. 

No bajó España el pistón, consciente de que estos partidos hay que jugarlos al máximo todos los minutos, ya que el aspecto emocional es determinante. Holanda encontró espacios en su ataque izquierdo, percutiendo ese costado de la portería de una colosal Laura Ester (2-4). Pero el equipo español no se obstruyó en esta ocasión en ataque. Empezaron a aparecer Laura López y Roser Tarragó, sus dos mejores lanzadoras junto a Forca, quienes asumieron la responsabilidad. López hizo el 2-5 y Maica puso el 3-6 ante del descanso. Todos lo hubieran firmado.

Era más importante el aspecto emocional que el juego, y España demostró más tranquilidad. Maica García pedía cabeza, y las de Oca jugaron el tercer cuarto con una precisión inaudita, conscientes de que el éxito estaba en su mano. Tarragó y Forca pusieron un 3-8 definitivo, y Laura Ester paró un penalti que mermó todavía más la moral oranje. Curiosamente, fue por penaltis la última victoria de Holanda ante España en el Europeo, pero la revancha se sirve en plato frío.

Holanda tiró de orgullo, contó con varias superioridades que transformó y puso un inquietante 7-8 en el marcador. Cualquier otro equipo se hubiese obstruido, pero no las guerreras, que estaban en su salsa. Quedaban apenas tres minutos y movieron el ataque con sentido hasta que encontraron a Tarragó, que no tiene un brazo sino un cañón, y clavó el balón en la misma escuadra. Ese 7-9 se antojaba definitivo, como lo fue el último tanto de Laura López, para hacer un 7-10 con el que España sacaba los billetes para Río.

Acabó el encuentro y la victoria se celebró como un título. Miki Oca saltó al agua, todo el cuerpo técnico con una sonrisa imborrable, y entre lágrimas. Entrar en los Juegos era una misión muy complicada, pero la Selección española puede seguir escribiendo su historia de éxitos y hazañas, como la de esta tarde en Gouda.