PREVIAS MLB 2016: PITTSBURGH PIRATES
Pittsburgh Pirates: La excelencia sin recompensa
La franquicia de Pennsylvania ha sido sinónimo de regularidad en los últimos tres años, pero su camino en el mes de octubre se trunca a las primeras de cambio.
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La franquicia de los Piratas de Pittsburgh ha sido uno de las más características de las Grandes Ligas durante muchos años y, como suele pasar en casi todas las casas, ha tenido épocas de bonanza y otras para las que resultaría más apropiado correr un tupido velo. Este orgulloso club ha pasado por su particular travesía por el desierto y no hace demasiado que su trayectoria no pasaba por su mejor momento. Después de disputar dos Series de Campeonato consecutivas a principios de los 90, el equipo vio como la espiral descendente no tenía fin o tenía toda la pinta. En resumen, desde que un tal Barry Lamarr Bonds, que pasa por ser el hombre que más home runs ha conseguido en una carrera deportiva, luciera el negro y amarillo, no se conseguía disfrutar de la experiencia de jugar en octubre, de jugar en los playoffs.
Pero hete aquí que todo el trabajo hecho por parte de la gerencia, los buenos drafts, los astutos fichajes en la agencia libre y la poción mágica que se fabrica en Pittsburgh, empieza a acercar a la franquicia a la psicológica barrera del 50% de victorias. Que no supondrá mucho, pero cuando llevas más de veinte años acumulando más derrotas que victorias, le terminas cogiendo el gusto. Y una vez que lo pruebas, pues ya no quieres otra cosas sino repetir y repetir hasta el fin de los días o algo parecido.
Sin embargo, algo mal han debido de hacer los Pirates, como enfadar a alguna divinidad o algo parecido. Un equipo que no ha dejado de hacer las cosas bien, que ha exprimido cada dólar como si fuese el último, que ha descubierto gangas que ninguna otra franquicia había localizado y que se ha convertido en el mejor libra por libra del pasatiempo nacional... pero que ha visto como sus octubres terminaban de forma temprana y dramática por lo que podría haber sido y que no fue.
La gran labor de los Pirates les ha visto ganar 290 partidos en los últimos tres, 93.3 de media, y a su 2015 no se le pueden poner pegas, ya que sólo los Cardinals ganaron dos partidos más. ¿El problema? Que los Pirates poco se han podido llevar a la boca y el regusto que les ha quedado no es nada agradable. Si ha habido un equipo al que le ha perjudicado (y de qué manera) la introducción de ese segundo equipo de Wild Card y el posterior partido a vida o a muerte, esos son los Pirates. Bumgarner y Arrieta son buenos ejemplos de ello.
No obstante, no van a bajar los brazos y no tienen pinta de hacerlo. Su objetivo pasa por ganar su división. El problema es superar a Cubs y Cards y no parece sencillo. Nadie dijo que lo fuera.
El detalle histórico
Los Pittsburgh Pirates comienzan su historia en 1881, aunque no se unieron a la Liga Nacional hasta 1887. Fueron pioneros en las World Series, pues representaron a la NL en la primera edición del gran ‘Clásico de Otoño’, en 1903. Tuvieron que esperar a 1909 para conseguir el primero de sus cinco títulos. El más especial de todos ellos fue el del año 1960, contra los New York Yankees, porque se produjo un hecho que no se ha vuelto a repetir: ganaron con un home run definitivo en el séptimo partido.
Las tres claves del equipo
1. Andrew McCutchen, Starling Marte y compañía han de dominar con el bate. Este equipo de Pittsburgh es profundo y tienen de todo para triunfar, pero las estrellas han de marcar la diferencia con los grandes golpes, algo para lo que están capacitados de sobra
2. Gerrit Cole y Francisco Liriano necesitan compañía. La parte alta de la rotación de pitchers es fabulosa, pero a partir de ahí los nombres que aparecen no gritan fiabilidad. Es necesario que un tercer hombre se una a la dupla de lanzadores estrellas.
3. El bullpen debe seguir en su estratosférico nivel. Quizás eso sea muy injusto, pues mantener la excelencia del 2015 igual resulta un imposible, pero sí que tiene que aspirar a estar entre las dos o tres mejores unidades de la NL.
Lo mejor
1. Andrew McCutchen puede aspirar al MVP de la NL todas las temporadas.
2. Gerrit Cole aún tiene capacidad de mejora, lo cual es aterrador para sus rivales.
3. El bullpen tiene potencial para estar entre los mejores de la competición, otra vez.
Lo peor
1. Tras Gerrit Cole y Francisco Liriano la rotación de pitchers deja muchas dudas.
2. Los Pirates llevan dos años cayendo en la Wild Card. Esa presión les perseguirá en 2016.
3. La NL Central es la división más dura de la MLB. Ni 98 victorias te aseguran playoffs...