ATLETISMO | MUNDIALES DE PORTLAND
Ashton Eaton sigue los pasos de su mujer y gana el heptatlón
Ashton Eaton dominó las combinadas por terceros Mundiales consecutivos. Su mujer Brianne había ganado el pentatlón el día anterior.
Difícil era pensar que una fiesta en el campus de la Universidad de Oregón, a 200 kilómetros de Portland, terminaría deparando dos campeones del mundo de combinadas. Pero así fue, en una party americana, como se conocieron Brianne Theissen y Ashton Eaton. “Hablamos sólo 15 minutos y fue la charla más maravillosa que jamás tuve con una chica”, relataba Ashton, de Portland, que años después pediría la mano y se casaría tras los Juegos de Londres con Brianne (ahora Theissen-Eaton), campeona mundial de pentatlón el viernes. Al día siguiente, con el cierre del heptatlón, tocaba llevar la segunda medalla a casa a Ashton, que, por supuesto, no falló.
Eaton, plusmarquista mundial de decatlón y heptatlón, marcó diferencias desde el primer día, con 6,81 en 60 metros, 8,08 en longitud (el único que pasó de 8), 14,16 en peso y 1,99 en altura. Su récord mundial de 6.645 puntos ya estaba lejos tras cuatro pruebas y sus rivales (Kasyanov y Brugger) demasiado lejos para hacerle frente. Al fin de esa jornada inicial, Ashton recibió un subidón de adrenalina cuando Brianne hizo un 800 brutal, que le daba por fin un gran oro internacional en su carrera (siempre había tenido platas). Media mitad del trabajo estaba hecha en casa de los Eaton.
Quedaba el segundo día de Ashton y fue, poco menos, que un viaje de placer. 7,78 en vallas y 5.10 en pértiga, el mejor de ambas pruebas, y un 1.000 tras la estela de su compatriota Curtis Beach, que le guió a 2:35.22. En total, Eaton cerró en 6.470 puntos su tercer título mundial bajo techo consecutivo. Plata fue el ucraniano Kasyanov, 6.182 y bronce el alemán Brugge, con 6.126. Todos los heptatletas (salvo Ureña, baja por fiebre) acompañaron en la vuelta de honor a Ashton Eaton, al que le esperaba con el chándal de Canadá su mujer Brianne. Han ganado dos oros en Portland, su casa. Son la pareja perfecta nacida una fiesta de la Universidad de Oregón.