Mireia suma dos de las siete mínimas en una gran jornada
Batió la mejor marca del año en 200 mariposa y su marca de la temporada en 800. Vall, Da Rocha, González, Castro y Zamoran también estarán en Río.
Gran primera jornada de la natación española en el Open de Sabadell, que otorga los billetes para los Juegos Olímpicos. A la mínima ya lograda por Carlos Peralta en el Meeting de Amsterdam en diciembre, en los 200 mariposa, hay que sumarle siete más: Mireia Belmonte (200 mariposa y 800 libre), Jessica Vall (200 braza), África Zamorano (200 espalda), Duane da Rocha (200 espalda), César Castro (1.500 libre) y Hugo González (200 espalda). Un buen botín que confirma, además, a tres jóvenes como certezas ya de la natación española.
Mireia Belmonte arrancó fuerte en los 200 mariposa, con una marca de 2:06.34 que le daba el billete a Río en una prueba en la que ya fue plata en los Juegos de Londres. Buen momento de forma de la nadadora de la UCAM, que estableció la mejor marca mundial del año. La badalonesa nadó siempre en cabeza, mejorando los tiempos de la mañana en cada largo. No corrió la misma suerte Judit Ignacio. La pupila de Fred Vergnoux estuvo lejos de sus mejores registros y paró el cronómetro en 2:09.15, dos segundos por encima de su marca habitual. Lo intentará en el Europeo de Londres, en mayo, donde seguro que obtiene el pase a sus segundos Juegos Olímpicos.
Los 800 fueron una prueba más comedida para Mireia, la que cerró la jornada. Hay que reservar fuerzas. La catalana cerró su primera actuación con un registro de 8:27.94, su mejor marca de la temporada. No lograron más plazas ni Melani Costa, ni Jimena Pérez ni María Vilas, en una carrera que siempre había sido una tradición en la natación femenina.
Al margen de estas dos pruebas de Mireia, la tarde comenzó con un récord de España, el que logró la renovada Fátima Gallardo, después de haber superado esos problemas en la espalda que le afectaron en la preparación en el último año y medio. Con una marca de 25.43, superó el registro que estaba en manos de Araceli Herraez desde 2009 (25.49), uno de los últimos récords con bañador de poliuretano. A sus 18 años, la extremeña sigue siendo una de las grandes promesas de la natación española y regresa con fuerza tras su paréntesis, aunque la mínima olímpica en esta prueba con tanta competencia es muy ardua. “Llevaba dos años intentando este récord, y estoy muy contenta por todo lo que he pasado”, comentó Gallardo, quien se centrará ahora en mejorar sus marcas en los 100 y 200 libre, aunque la clasificación olímpica está algo lejos.
No superó Jessica Vall la marca lograda por la mañana, en las eliminatorias de los 100 braza, con la que se clasificó para los Juegos de Río. Nadó en 1:07.64, dos décimas más lento. “Estoy muy contenta. Salí a por todas por la mañana, en busca de la mínima y la obtuve, ahora por la tarde salí solamente a competir”, señaló. La catalana reconoce que “esta es la prueba con la mínima más difícil y tenía algo de tensión”, remarcó a AS. Y Hugo González también empeoró la marca de la mañana pero ya tenía el billete.
La emoción llegó cerca del final de la tarde, en los 200 espalda. Con Duane da Rocha ya clasificada por la mañana, con una marca muy cercana al récord de España, África Zamorano era la nadadora a seguir. La del CN Sant Andreu, de 18 años, fue a rueda de la malacitana hasta el primer 100, y luego la adelantó en busca de ese 2:10.00 que le daba el billete olímpico. La espaldista tocó pared, se secó los ojos y no reacción cuando vio el tiempo: 2.09.96. Rompió a llorar.
Y no cesó este entusiasmo. En los 1.500 libre, el jovencísimo César Castro, de 17 años, logró la mínima para Río (1:08.01). Marc Sánchez se quedó a escasas centésimas de lograr el pase, aunque el balear aún tiene el cartucho de los 400 estilos. Una amargura que contrasta con una jornada de muchas alegrías.