PREVIAS MLB 2016: ST. LOUIS CARDINALS
Su esencia: el 'Cardinal Way'
La filosofía purista basada en el respeto a las normas no escritas del béisbol, el competir con salarios contenidos y el cariño por la esencia de este deporte.
Una de las cosas de la que más orgullosos están en la ciudad de Saint Louis es del ‘Cardinal Way’. Con las mismas, es uno de los motivos por los que se han convertido en un equipo, una afición más concretamente, entre lo más odiado de toda la MLB. Se trata de una filosofía purista basada en el respeto a las normas no escritas del béisbol, el competir con salarios contenidos y no tirando de chequera, el mimo con las promesas de la cantera y, en general, el cariño por la esencia de este deporte. Ah, y en ganar un montón, claro. Las aficiones rivales, sobre todo la de sus enemigos de los Chicago Cubs, consideran el ‘Cardinal Way’ como una forma de superioridad moral y engreimiento que resulta cargante.
Propietario: William DeWitt *****
DeWitt compró los Cardinals en 1995 y consiguió, si eso fuera posible, hacerles aún más grandes de lo que eran. Durante su mandato han ganado dos World Series, jugado otras dos, han ganado ocho títulos de división y se han metido once veces en playoffs. Además, la franquicia vale hoy el doble de lo que pagó por ella.
Manager general: John Mozeliak *****
El puesto de manager general se creó en los Saint Louis Cardinals en 1919 y, desde entonces, tan sólo doce hombres han ocupado este trabajo. Este dato da buena muestra de la estabilidad de la franquicia y de cómo les gusta hacer las cosas. Es por eso que John Mozeliak tiene que saber que, salvando catástrofes imprevistas, su presencia en la organización está asegurada por un buen tiiempo. Más aún si tenemos en cuenta que desde que se hizo cargo del destino de los Cardinals, a finales de 2007, el equipo no ha vivido ni una sola temporada con un récord negativo de victorias y derrotas. No hace falta añadir más.
Entrenador: Mike Matheny ****
Mike Matheny fue una apuesta arriesgada, o heterodoxa, de John Mozeliak allá por el año 2012. No tenía ninguna experiencia entrenando en las Ligas Mayores, pero eso no fue óbice para que cosechara un enorme éxito. El año pasado se convirtió en el primer entrenador en la historia de la MLB en meter a su equipo en playoffs en todas y cada uno de las cuatro primeras temporadas en las que les ha entrenado, de la misma forma que sólo ha habido otros cuatro entrenadores que pueden decir que han jugado tres finales de su liga, en este caso la Nacional, de manera consecutiva, en sus tres primeros años en el cargo. Le falta ganar unas World Series, eso sí.
Su gran estrella: Adam Wainwright
Adam Wainwright es un perfecto representante del ‘Cardinal Way’. Un chico que debutó con el equipo en el 2005 y que, desde entonces, no ha parado de ganar relevancia. El año pasado se lesionó en el tendón de Aquiles. Su regreso es la mejor noticia para Saint Louis.
Estrella ofensiva: Matt Carpenter
Matt Carpenter consiguió el año pasado 28 home runs, de largo la mejor marca de su carrera. Sin embargo, lleva siendo un jugador consistente, de forma ininterrumpida, desde el 2012. Dos veces All Star, es un artista en el difícil arte de llegar a la primera base ya sea por lo civil o por lo criminal. Llegó a liderar la Liga Nacional en dobles tanto en el año 2013 como en el 2015, así como ser el que más hits y carreras consiguió en aquel 2013. Para la línea de bateo del equipo de Saint Louis es esencial alguien con su consistencia y su saber hacer. Ni siquiera es necesario que alcance los grandes números de home runs del pasado año para ser un gran jugador. Es otro producto criado con mimo en el maravilloso sistema de cantera de los Cardinals.
Pitcher estrella: Carlos Martínez
Carlos Martínez es otro de los muchachos que proviene del granero de talento juvenil de los Cardinals ¿no os parece que se va repitiendo el esquema? Pues eso. Paso a paso, desde las categorías inferiores, entró en la rotación de pitchers titulares de Saint Louis por el quinto lugar. Pero el año pasado se afianzó, quizás por la necesidad de que todo el mundo diera un paso al frente tras la lesión de Adam Wainwright. A pesar de un par de partidos que le afearon las estadísticas con avaricia, dominó su ERA hasta dejarlo en un magnífico 3.01 y una primera llamada en su carrera para el All Star. Ha de confirmarse como un pitcher capaz de llevar a las doscientas entradas por temporada y asegurar más de una quincena de victorias.
Busch Stadium: Garantía de éxitos año tras año
No hay nada particularmente malo en este parque, pero nada particularmente emocionante tampoco. Es simplemente otro estadio, y con la tradición y la base de fans que tienen los Cardinals decepciona un poco. Obviamente, la gran ventaja de este ballpark es el equipo que juega como local que garantiza temporada tras temporada entretenimiento. En cuanto al estadio en sí, la vista del downtown de Saint Louis al fondo con el Gateway Arch es el signo distintivo del tercer Busch Stadium en la historia de los Cardinals.
Campo para pitchers
El Busch Stadium es un estadio favorable para los lanzadores. No es radical en ese sentido, pero les favorece por unas medidas más profundas que la media. Los strikeouts no son tan habituales en el hogar de los Cardinals.