ATLETISMO | MUNDIALES DE PORTLAND
Bromell voló hacia el oro en 60 y Powell se desinfló... otra vez
El estadounidense, de 20 años, ganó la final de velocidad y Asafa, que había maravillado en series, tuvo que conformarse con la plata.
Voló en series hasta coquetear con el récord del mundo y luego en la final se desinfló. ¿Les suena la historia? Pues es, una vez más, la de Asafa Powell, el jamaicano que ha llegado a correr hasta 9.72 en 100 y nunca había alcanzado más de un bronce en un gran campeonato. En los 60 metros de los Mundiales bajo techo de Portland parecía que iba a cambiar la película, pero en su camino se cruzó Trayvon Bromell, un estadounidense de 20 años, que tiene ansia por estar con los mejores. Se llevó el postadolescente la final con 6.47, por los 6.50 de Powell, que, pese a todo, ganó la primera plata internacional de su vida.
Powell, que en 2014 cumplió una sanción tras dar positivo con un estimulante y ya tiene 33 años, salió en las series relajado, fluido, fácil, y parándose en los metros finales dejó el reloj en 6.44, quinta marca de la historia y a cinco centésimas del tope mundial de Mo Greene (6.39 en Madrid, 1998). Se hablaba de nuevo récord y el jamaicano confirmaba: “He venido aquí a correr rápido y lo haré”. Mientras, Bromell avanzaba con unos sencillos 6.57. Llegaron las semifinales y a Asafa ya se le vio algo más tenso. 6.44 de nuevo, pero el runrún de plusmarca iba bajando. Bromell ganó su carrera con unos silenciosos 6.53. El rival de Asafa parecía Kim Collins, el abuelo de los Campeonatos, de 39 años, que hacía 6.49… Por cierto, el español Bruno Hortelano se quedaba fuera de los puestos de privilegio, pero repitiendo marca personal (6.63).
Y llegó la final… desde la calle 3, Bromell despegaba en 121 milésimas, el más rápido. Asafa, en la 5, no salía mal (135), pero no flotaba, la fluidez ya no estaba, aparecía el garrote fantasma de las finales y Bromell, de historial inmaculado y por escribir, se deslizó hasta los 6.47 del oro. Suma este título al bronce mundial de 100, que ganó en Pekín tras Usain Bolt y Gatlin. Casi nada para un chico de 20 años, que ya cuenta con un contrato profesional. Mientras, Powell tuvo que esperar a la foto-finish para saber que era plata (6.50) y que no se la había robado Ramon Gittens, de Barbados, que fue bronce finalmente (6.51). El viejo Collins era último (6.57) en el día que Bromell dio un paso más en su ascensión meteórica y Powell repitió su interminable historia.