Una línea le pega de lleno a Cueto, quien sale ileso
El nuevo pitcher de Gigantes quizá considere usar la nueva gorra protectora, por si acaso vuelve a interponerse en el camino de un batazo.
Quien afirme que el beisbol no es un deporte para hombres rudos o duros, necesita ver el golpe que Johnny Cueto sufrió en la cabeza la noche del lunes y una vez que lo vea, debe saber que el nuevo pitcher de San Francisco decidió lanzar por tres innings más.
¿Así o Cueto necesita mostrar más resistencia y dureza sobre la loma?
El lanzador derecho dominicano hizo su primer disparo a home y Billy Burns, primero en el orden al bat de Oakland, hizo contacto con la pelota, que salió directo a la cabeza de Cueto, quien apenas pudo voltear la cabeza hacia su izquierda, pero no pudo evitar que la línea le impactara la parte izquierda de su frente.
La pelota rebotó con fuerza hacia el jardín izquierdo y Burns llegó a segunda base y Cueto, tras caer al piso, y tocarse la frente con su mano derecha, claramente sorprendido por el golpe, vio el desarrollo de la jugada de rodillas al piso.
Rápidamente, el doctor de los Gigantes, el manager Bruce Bochy y el resto del cuadro de los Gigantes llegaron a la loma para auxiliar a Cueto, quien pese al golpe se mostró alerta y respondió a todas las preguntas de rutina que se hacen en estos casos.
Tras responder sin problema a los cuestionamientos y mantener fija su mirada a las indicaciones del doctor, Cueto hizo dos lanzamientos de calentamiento y siguió con su labor.
Los Atléticos ganaron el juego 10-3 y Cueto permitió tres carreras con un jonrón con dos a bordo en el primer inning, pero luego colgó dos argollas para terminar con su labor en tres innings y luego ir al hospital como medida precautoria.
Los Gigantes informaron que Cueto, quien firmó por 6 años y 130 millones de dólares con San Francisco, no sufrió conmoción cerebral tras el pelotazo, pero lo mantendrían en observación durante este martes.
Las nuevas gorras protectoras diseñadas para los pitchers y aprobadas por las Grandes Ligas recientemente no son totalmente del agrado de la mayoría de los lanzadores, particularmente por su diseño, pero pelotazos como el sufrido por Cueto y por otros serpentineros en años recientes, sin duda, han sembrado la semilla en sus mentes para considerar como una buena idea usarlas para no tentar al destino.