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NATACIÓN SINCRONIZADA

Ona a Tarrés: “No me borré”

La capitana del equipo español reconoce que “sigue las indicaciones del cuerpo técnico” y añade: “Me dedico a construir y no a destruir”.

Barcelona
Ona Carbonell (izquierda) y Gemma Mengual, a su llegada desde Río.
Rodolfo Molina

El equipo de sincronizada ya está en casa después de que el pasado 23 de febrero emprendiese una fallida aventura en el Preolímpico, que únicamente se saldó con la clasificación del dúo para la cita de Río de Janeiro del próximo agosto. Las chicas, la mayoría de ellas menores de 24 años, fueron recibidas entre abrazos por su familiares, después de dos semanas de dura competición y emociones a flor de piel. Ona Carbonell, la capitana, dio la cara. “Sabíamos que íbamos a sufrir con el equipo, nuestros rivales fueron mejores y tenemos que corregir todo lo que hicimos mal para los Juegos de Tokio, en 2020. Tenemos una opción de medalla con el dúo ahora en Río e iremos a tope, seguiremos trabajando”.

Pero la caja de los truenos la encendió Anna Tarrés, crítica como de costumbre también con Ona, a quien tildó de “haberse borrado” de las pruebas de equipo. La exseleccionadora se refería a que en las últimas competiciones la solista española había priorizado las actuaciones individuales y el dúo. La nadadora fue clara: “Yo no me he borrado, acato las indicaciones del equipo técnico, como cualquier corrección de los entrenadores. Hay que entrenar y trabajar duro para construir. Todos los factores externos no están en la lista de prioridades. Mi objetivo está muy claro. Siempre me centré en mí y soy muy profesional. La gente que quiere descentrar que hagan lo que quieran”.

Ona no quiere entrar en polémicas y reconoce que no sabe por qué Tarrés hace estos comentarios. “Tenemos un gran trabajo y tenemos algo muy bonito. Ahora tengo que descansar, estar con la familia. Siempre hay baches en el camino, pero los más fuertes son los que nos superan, tanto la no clasificación como las adversidades que nos puede poner la gente”. Y deja claro que ya le cansan siempre los mismos comentarios. “Hace cuatro años de esto y lo dejé muy claro. El objetivo del deportista es entrenar y darlo todo. Los factores externos no me aportan nada. El trabajo es grande y difícil. No es fácil ser medallista olímpico. Mi objetivo es crear y no destruir”.

Por último, Ona explicó su percance en el entrenamiento del viernes, que le provocó vértigos y le impidió participar en la rutina libre del domingo. “Parecía que estaba bien, pero cuando me puse boca abajo me mareaba muchísimo. Eran vértigos, y por el golpe que tuve, el oído se te desequilibra. Fue duro”. E instó a toda la familia de la sincro a seguir. “Cada uno sigue su camino. El mejor deportista es el que el habla bien del rival. Hay que ver en qué hemos fallado y tenemos cinco años para preparar Tokio y volver a unos Juegos en equipo. Tenemos un objetivo potente en el dúo y vamos a por ello”.