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PREVIAS MLB 2016: Washington Nationals

Su esencia: en busca de su lugar en la National League

La franquicia ha estado en Montreal hasta el año 2005 que se trasladaron a Washington, donde el último equipo que se recordaba databa de los años 70.

Inaugurado en 2008, el Nationals Park no es un estadio que destaque por nada.

Son los Washington Nationals un equipo que aún está en busca de su esencia. Es lo que pasa cuando la franquicia ha estado en Montreal hasta el año 2005 y cuando en Washington el último equipo que se recordaba databa de los años 70. Así que la llegada de estos nuevos Nationals, que sólo tienen el nombre de aquel lejano pasado, fue casi como un punto de inicio desde cero. No ha sido un camino fácil, pues tampoco la historia de los viejos Nationals ni de la vieja franquicia de Montreal invitaba a mucha nostalgia. Sin embargo, están construyendo una bonita rivalidad con los New York Mets y con sus vecinos, los Baltimore Orioles, con los que juegan todos los años un par de series interliga.

Propietario: Ted Lerner ****

Lerner compró la franquicia proveniente de Montreal de manos de la propia MLB, que era quien la dirigía en aquellos años, y fue el encargado de asentarla en Washington, recuperando el nombre original de Nationals, perteneciente al equipo que jugaba en la capital de Estados Unidos hasta los años 70.

Manager general: Mike Rizzo ****

Mike Rizzo lleva en la franquicia desde que Lerner se hizo con ella. Al principio como un asistente más dentro de las oficinas y tras el año 2009 como el general manager de la misma. En estos años ha conseguido lo impensable: que unos de los mayores perdedores de la historia de los deportes norteamericanos se estabilizara como un candidato permanente a entrar en playofs y pelear por el título. No es que lo haya conseguido, ni una cosa ni la otra, pero lo cierto es que se le pueden poner pocos peros a su trabajo. No le tembló el pulso, este invierno, para cambiar de entrenador, lo que demuestra su compromiso para ganar ya.

Entrenador: Dusty Baker ***

Cuando Mike Rizzo entendió que el experimento Matt Williams, una cabezonada del general manager, había fracasado, decidió tirar por la calle del medio y fichar a una auténtica leyenda: Dusty Baker. El que fuera considerado entrenador del año en la National League hasta en tres ocasiones en los San Francisco Giants de los 90 llega al equipo de Washington con un encargo muy claro, el de devolver la química y el espíritu a un vestuario roto. Y eso es, precisamente, en lo que más ha destacado a lo largo de su carrera como entrenador, así que parece un hombre indicado para la tarea. Con que no se repitan imágenes como la pelea entre Harper y Papelbon quizás sea suficiente...

Su gran estrella: Bryce Harper

Bryce Harper no es sólo la estrella de los Nationals: es una de las grandes estrellas de la MLB. El actual MVP de la National League, el bateador de toda una generación, aspira a ser el primer deportista que consiga un contrato de más de 400 millones de dólares.

Estrella ofensiva: Ryan Zimmerman

El problema de Zimmerman son las lesiones. Durante las dos últimas temporadas se ha perdido la friolera de 168 partidos, y ha visto como sus estadísticas caían en picado tras unos 2012 y 2013 más que notables. Sin embargo, escondidos entre sus problemas físicos y los resultados de un equipo que se vino abajo durante el pasado mes de agosto hasta decir adiós a los playoffs cuando no parecían tener grandes rivales en la división (los Mets se encargaron de desmentir eso), Zimmerman fue capaz de conseguir un OBP de .372 y un OPS por encima de .900, lo que es un lujo, en los últimos 39 partidos en los que jugó. Si está sano será una de las piezas esenciales del éxito en ataque de unos Nationals que le necesitan mucho.

Pitcher estrella: Max Scherzer

Max Scherzer llegó el año pasado a Washington con un megacontrato de 210 millones de dólares por siete años. Este tipo de contratos suelen ser mirados con escepticismo porque es muy difícil cumplir a un nivel similar al del salario. Pues bien, Max no sólo ha cumplido en su primer año en los Nationals sino que, si eso fuera posible, excedió las expectativas. No sólo acabó el año con un ERA astronómico de 2.79 sino que puso la guinda de nada menos que dos partidos en los que no permitió ni un sólo hit, ni una sóla carrera, uno de esos unicornios azules que hay en cada temporada y que se denominan no-no. Las opciones de ganar las World Series para los Nationals empiezan con que su pitcher estrella haga algo parecido esta temporada.

Nationals Park: un campo aceptable para la capital

No hay nada distintivo en este parque de béisbol, hasta el punto que no hay respuesta a la pregunta: “¿qué recuerdas del Nationals Park?”. Sin embargo, es bastante correcto, pues se puede ver el béisbol con bastante claridad desde todas las posiciones. Fue inaugurado en 2008, unos pocos años después de que la franquicia (antes Montreal Expos) fuera recolocada en la capital de la nación, y tiene una configuración moderna con acero y cristal en la fachada, y la mayoría de las entradas al recinto por el outfield.

Desafío para zurdos.

Uno de los estadios más neutrales de toda la competición. Ni te da ni te quita más de lo normal pero la altura superior en el centro-derecha supone un desafío extra a todo zurdo que no se llame Bryce Harper.

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