Pablito se retira tras 18 años como pelotari: "Llegó el día"
Uno de los mayores artistas en los cuadros alegres. Alcanzó tres finales del Parejas y echa la vista atrás con pena: "El cariño de la gente es más importante que una txapela"
Pablito Berasaluze, uno de los mayores artistas que ha dado la pelota, lo deja. Tras 18 años como profesional en los frontones, y con 38 primaveras a cuestas, entiende que el deporte que tanto ama le manda señales de que hay que parar. "Ha llegado el día. cada vez me cuesta más, están saliendo jóvenes y quiero cerrar mi carrera en un buen momento". Así ha empezado a decir adiós en la sala de prensa del frontón de Miribilla. Sin llorar, pero con la voz entrecortada y los ojos enrojecidos, el pelotari de Berriz explicó las razones que le han llevado a tomar tal decisión. "Mi vida es la pelota, he llegado a tres finales del Parejas y es una pena no haber ganado ninguna, pero me llevo el cariño de la gente, que es más que una txapela", prosiguió.
Asegarce ha diseñado un programa para su adiós, que abarca desde abril hasta octubre, cuando habrá un festival estelar en el Bizkaia para que caiga el telón. De momento está para jugar, pero sigue dejando su puesto en el Parejas a su amigo Víctor y actuará en Vitoria el sábado, como telonero del Oinatz-Untoria ante Altuna III-Merino II. "No estoy en mi mejor punto. Siempre es duro, tienes ganas de seguir... llevaba tiempo pensándolo, algún día tenía que llegar y quiero dejarlo cuando estoy en buen momento. Hay vida más allá de la pelota, cada día cuesta más mantenerse con los mejores, hay que dar el paso, me ha llegado el momento", fue detallando.
Hace tres años, Pablo decidió cambiar su nombre como pelotari. Pasó de Berasaluze VIII a jugar como Berasaluze II en recuerdo de su padre. El fallecimiento de éste le causó una profunda depresión, un descenso a los infiernos. Ha vivido varios zarpazos vitales, pero el momento más duro de su carrera fue en aquella final de 2013 en la que llegaba en el mejor momento de su carrera y cuando se disparaba hacia la txapela se rompió el tendón de Aquiles. "Fue durísimo, aquel día tuve un frontón entregado, que vale mucho. No creo que la pelota me deba una, yo le debo mucho a ella. Cuando me lesioné estaba en un momento dulce y la pierna ya no te queda igual", lanza lacónicamente. Estas casi dos décadas como profesional han dado para mucho. Echando la vista atrás, resume: "Cuando debutas de tan joven no piensas en hacer tanto tiempo. He tenido momentos buenos y malos, espero que me recuerden como alguien que lo dio todo". Además, hasta la llegada de Urrutikoetxea, actual bicampeón manomanista y del Cuatro y Medio, ha sostenido la pelota en Bizkaia, que no es fácil. Zearra le echó una mano. "No sé si he sido un referente, he intentado darlo todo. En mi despedida de octubre me gustaría que estuviera Mikel".
Sus compañeros reaccionaron con tristeza al anuncio del adiós a uno de los mayores artistas que ha dado la pelota en los cuadros alegres, un jugador de perfil similar al de Titín. "Hasta que ha llegado Urruti, ha sido un referente en Bizkaia -sostiene Irujo-. a la hora de acabar los tantos, pocos ha habido como él. La edad no perdona, nos pasará a todos. Ha dejado huella".
Berasaluze es amigo íntimo del riojano Víctor, uno de los que ha apadrinado en los frontones y le deja galantemente el sitio en el Parejas. "Es uno de mis ídolos desde pequeño, el pelotari que más me ha marcado. Le vamos a echar mucho de menos. este tiempo nos ha hecho disfrutar mucho y queremos que tenga buenos recuerdos. Que me haya dejado el sitio en el Parejas habla de su categoría humana, que aún está por encima de la que tiene como pelotari, que ya es decir".
Beroiz estaba llamado a cubrir sus espaldas en el campeonato oficial que echaba el telón del berriztarra: "Me da pena no haber estado a la altura con él en este campeonato, el último en su caso. Trataré de apoyarle, como todos, este verano y que disfrute. '¡Ojalá juguemos juntos!", concluyó el jugador de Huarte.