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DEPORTE PARALÍMPICO

Teresa Perales: cinco horas de entrenamiento y una de hipoxia

Tiene las mismas medallas que Michael Phelps (22) y en los Juegos de Río, la aragonesa quiere desempatar con el estadounidense.

Teresa Perales atiende a AS.
FELIPE SEVILLANODIARIO AS

Teresa Perales (Zaragoza, 40 años) es la deportista española más laureada. Sin más. Tiene las mismas medallas en Juegos (22) que Michael Phelps. Y a Río va dispuesta a desempatar con la leyenda (olímpica) de la piscina. “¡Luego me arrepiento de hacer predicciones, pero participaré en seis o siete pruebas y voy a por medallas en todas!”, vaticina sin miedo.

A esa cita podría llegar, quizá, con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes bajo el brazo. En 2013, perdió ante Chema Olazábal por un solo voto. Y Vicente del Bosque ha anunciado que presentará su candidatura este año, para lo que ha sumado ya el apoyo de otros galardonados. “Ya le toca a Teresa”, anima Alberto Jofre.

Quien pueda pensar que el deporte paralímpico es meramente recreativo y una forma de estar más saludable, sólo tiene que imaginar un día de Perales, madre de un niño de cinco años, para desengañarse.

“Entreno unas cinco horas al día entre agua, gimnasio o hand-bike y por la noche, y eso que el sueño me va venciendo, me someto a una hora de hipoxia viendo la tele”, relata. La hipoxia es una técnica que simula el entrenamiento en altura. Eleva el nivel de glóbulos rojos y con ello la resistencia. Teresa ha invertido en una máquina que le permite trabajar a altitudes de hasta 11.000 metros porque, por sus obligaciones familiares, no puede permitirse estar en el CAR de Sierra Nevada mucho tiempo.

“Un olímpico, cuando deja de nadar, descansa sus extremidades. Yo no. Tengo que subir y bajar del coche varias veces desmontando la silla, por ejemplo”, apunta. Para embutirse en su bañador de fibra de carbono, que lo hace sola, emplea media hora. “¡Como una croqueta!”, se ríe. Rompes a sudar sólo con escucharla.