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NFC Oeste desde dentro

Lo bueno, lo malo y lo peor de la NFC Oeste en 2015

Pasada la Super Bowl, es hora de echar un último vistazo atrás a lo que ha dado de sí la NFC Oeste en la temporada que acaba de finalizar.

Carson Palmer, quarterback de Arizona Cardinals, tuvo una campaña digna del MVP.
Getty Images

Tras tres temporadas consecutivas representando a la Conferencia Nacional en la Super Bowl, la división oeste se quedó esta vez en el camino, aunque por quinto año seguido incluyeron un equipo en la Final de la NFC. Los Arizona Cardinals fueron sin duda la historia más positiva del grupo en 2015. Bruce Arians ha montado un bloque en apenas tres campañas que ha pasado de residir en el sótano de la NFL ha convertirse en un serio aspirante al título.

Carson Palmer completó una temporada de MVP que sólo se vio empañada en cierto modo por sus dudosos playoffs. Finalizó segundo empatado para el galardón de jugador más valioso y segundo en solitario para el galardón del “Comeback Player”. Otro hombre que rememoró sus mejores días fue Larry Fitzgerald. El extraordinario wide receiver se hizo un hueco trabajando desde el slot para poner sus mejores números sobre la mesa desde 2011.

Los Cardinals no fueron solamente un ataque explosivo muy bonito de ver. En defensa, dos antiguos compañeros de college en LSU, Patrick Peterson y Tyrann Mathieu, hicieron las delicias de los que disfrutamos también con la defensa. Ambos formaron parte del primer equipo All-Pro. Desde aquí deseamos una pronta recuperación a “Honey Badger” de su rotura de ligamentos.

Otra de las buenas noticias en el grupo este año fue la llegada de dos magníficos rookies, Todd Gurley y Tyler Lockett. El primero tuvo una recuperación rapidísima de una seria lesión de rodilla en college para acabar la liga con la tercera mayor marca de yardas de carrera. La campaña del receptor de Seattle no ha sonado tanto como la de Gurley, pero no por ello se nos puede pasar en este resumen. Su entendimiento con Russell Wilson creció a medida que avanzó el año y puede convertirse a corto plazo en una figura en ataque, algo que es ya en equipos especiales.

Fue un año complicado para el doble campeón de la división, que arrancó con un récord de 2-4 tras una “off-season” plagada de disputas contractuales. La de Wilson terminó por resolverse bien, pero la de Kam Chancellor nunca se arregló y seguramente se prolongue a 2016. Los Seahawks tampoco terminaron de acertar con la operación de intercambio por Jimmy Graham. Hasta que no se produjo su lesión, casualidad o no, Wilson no se quitó las ataduras que representaba para la ofensiva y recuperó su mejor versión. El trato que desde luego no acabó bien fue la renovación de Marshawn Lynch. El enigmático runningback pasó más tiempo en la sala de recuperación que en los terrenos de juego. Tras su decepción de la Super Bowl ante New England la cabeza de Lynch nunca volvió a estar en Seattle. Con la final del domingo en juego, anunció -a su manera- que lo dejaba.

Una historia muy buena para los Seahawks sí fue la vuelta en gran forma de Earl Thomas. Al no perderse ningún partido acabó dando la sensación al público general que ni siquiera estuvo lesionado, pero su recuperación de cadera fue extraordinaria. Para finales de liga estaba volviendo a jugar como lo que es, el mejor free safety de la NFL.

Uno que sí tuvo un regreso de grave lesión bien celebrado y comentado fue NaVorro Bowman. El extraordinario inside linebacker de San Francisco disputó los dieciséis partidos de liga regular sin apenas perderse jugadas. Aunque su rendimiento no fue completamente el de antaño, las sensaciones que dejó resultaron inmejorables, sobre todo porque acabó el año más fuerte que lo empezó.

El regreso de Bowman fue casi la única buena noticia para los 49ers en 2015. El proyecto Jim Tomsula se derrumbó tan solo un año después de levantarse. El fracaso del head coach y su staff fue el fracaso de los hombres que apostaron por él, Jed York y Trent Baalke. El juego de los niners fue inconsistente en defensa, pero decididamente horrible en ataque. En apenas dos años Colin Kaepernick ha pasado de ser más o menos lo que ahora es considerado Cam Newton a ser un problema grave tanto en el campo como en el vestuario.

Otros que no andan muy contentos con su entrenador son los aficionados de los Rams. Jeff Fisher volvió a navegar por los mares de la mediocridad, sin embargo salvó el puesto gracias a que su jefe tenía planes más importantes que realizar, mover la franquicia de St. Louis a Los Angeles. En la ciudad de Missouri no volverán a disfrutar de Aaron Donald, el sensacional defensive tackle que sin duda fue lo mejor de la NFC Oeste en esta pasada temporada. No ganó como anticipamos el premio a jugador defensivo del año, pero los que os habéis pasado semanalmente por esta columna conocéis bien sus méritos.

Hasta aquí una nueva temporada de football. Un placer contaros algunos detalles de estos cuatro equipos y agradeceros el tiempo empleado así como el apoyo prestado en vuestros comentarios. Nos seguimos leyendo en breve.