La defensa de Denver justifica su dominio a lo grande
Von Miller gana el premio como Más Valioso con una actuación que le da a Peyton Manning la oportunidad de decidir retirarse en la cima de la NFL.
No podía ser de otra manera. Tenía que ser la defensiva, la misma que cargó con el equipo en sus hombros desde el primer minuto de la temporada, la que le diera a los Broncos de Denver su tercer título de la NFL y le permitiera a Peyton Manning tener una oportunidad que muy pocos deportistas en el mundo tienen: retirarse como campeón.
Es tan evidente que Manning jugó su último partido en la NFL, que el pasador se niega a hacer oficial lo que se anticipa desde hace varias semanas. Quizá el pasador se tome unos días para disfrutar su segundo triunfo en un Súper Tazón y no robarle la atención a unos Broncos que ganaron su tercer campeonato sin dejar espacio a dudas al vencer 24-10 a las Panteras de Carolina.
De ese tamaño es la leyenda de Manning, quien tuvo un partido acorde a lo que fue su desempeño en la campaña regular, pero que cumplió al pie de la letra con una responsabilidad modesta: no poner en riesgo el triunfo de su equipo.
La tarea se facilitó conforme pasó el tiempo con el trabajo de Von Miller, elegido como el Jugador Más Valioso del Súper Tazón, y la defensiva de los Broncos, que frustraron –porque no hay otra forma de explicarlo—a un Cam Newton que apenas la noche anterior había sido confirmado como el Jugador Más Valioso de 2015.
Manning en ritmo y contundente, dirigiendo un ataque que terminó con un gol de campo que su defensiva aprovechó para atacar con agresividad a Newton.
Así, Miller capturó al pasador felino y provocó el primero de los dos balones sueltos que le dieron a Denver los 14 puntos que, al final, marcaron y explicaron la diferencia en el marcador.
Malik Jackson recuperó el balón suelto de Newton en la zona final y los Broncos se alejaron 10-0 temprano en el marcador y no volvieron a ver hacia atrás.
Miller destacó, pero fue el rostro y bujía de un mecanismo defensivo que terminó con seis capturas a Newton, cuatro robos de balón, tres en balones sueltos –dos de ellos del pasador felino y que limitó a 10 puntos a un ataque que había anotado 80 en dos juegos de Playoffs.
La frustración de Newton fue evidente desde los primeros minutos. La línea defensiva de Denver no lo dejó nunca estar cómodo al dominar la línea de scrimmage penetrar al backfield.
El Newton de la temporada regular apareció por momentos solamente. La defensiva de los Broncos lo obligó a vencerla con su brazo y limitar a Newton, que fue implacable para las defensivas que enfrentó en sus anteriores 18 juegos.
Un ataque que lució intimidante en Playoffs debía mostrar algo de su poderío y lo hizo cuando Newton comandó una serie de 73 yardas en nueve jugadas que acabó con la carrera para anotación de una yarda de James Stewart en el segundo cuarto.
Eso fue todo lo que pudo presumir Carolina con un Newton cuyos pases fueron imprecisos y que en varias ocasiones, sus receptores Tedd Ginn Jr. y Corey Brown tiraron. En general, la explosiva ofensiva de Carolina que tanto se temía hiciera quedar a la defensiva de Denver, sólo tuvo destellos, pero nada que preocupara a su rival.
Luego de que Newton fue interceptado en el tercer cuarto, la ofensiva de las Panteras produjo 39 yardas, 29 de ellas en un ataque que terminó en gol de campo, y más adelante tuvo dos series en las que perdieron 14 y seis yardas, respectivamente. Por su lado, la defensiva de Carolina hizo lo suyo. Sin considerar los puntos a favor de Denver y que fueron obra de Miller, Luke Kuechly y compañía hicieron un buen trabajo, pero su ataque los puso en posiciones demasiado comprometidas.
Sin importar que la peor versión de Manning estuviera en el campo, los errores del ataque de las Panteras, a los que se sumó Graham Gano al fallar un intento de gol de campo de 44 yardas al inicio del tercer cuarto y con el que Carolina se hubiera acercado a tres puntos, mataron sus aspiraciones por cerrar el encuentro.
La limitada ofensiva de los Broncos tampoco la pasó bien, pero hizo su tarea al darle la ventaja a su defensiva y no comprometer la ventaja. Obviamente, la defensiva le ayudó, como sucedió durante toda la temporada, al evitar daño alguno tras la intercepción que sufrió Manning en el segundo cuarto al lanzar un envío a una zona en la que no vio al liniero defensivo Kony Ealy, quien terminó por interceptar el ovoide.
El duelo fue dominado por las defensivas y cuando eso sucede, regularmente son encuentros sucios, de mucho trabajo en la línea de scrimmage y que no lucen sexys a los ojos de muchos aficionados que desean ver anotaciones.
Sin embargo, lo que hicieron Miller con su desempeño y el resto de su defensiva con agilidad y disciplina resultó atractivo, pues le abrió a los Broncos la puerta al tercer título de su historia, a costa del calificado como el jugador más dinámico de la última época en la NFL.