VI NACIONES | FRANCIA 23 - ITALIA 21
Italia saca los colores al nuevo Gallo pero Francia gana al final
Los Azzurri tuvieron un 10-18 en el encuentro que abre el torneo e incluso Parisse se jugó, de forma incomprensible, un drop para ganar el partido.
Francia ganó a Italia. Si nos quedamos en eso, todo normal. Lo hizo 23-21, y eso ya chirría. Escasa renta para un partido jugado en París. Los que vieron el encuentro (y los que lo vean a posteriori) tendrán claro que la nueva Francia de Guy Novès lejos de evolucionar perdió credibilidad. Los Azzurri, candidatos a la Cuchara de Madera, le sacaron los colores y estuvieron a tiro de ganar el choque. Habría sido una victoria histórica. Italia llegó a ir 10-18 en la segunda mitad y con el tiempo cumplido Parisse (sí, ¡Parisse!) se jugó un drop que, lógicamente, terminó fuera. Su gran partido quedó eclipsado con una mala decisión.
Italia salió desencadenada desde los primeros instantes. Campagnaro tenía ganas de incendiar París y rompía la línea local continuamente. Sarto estuvo a punto de cazar una patada alta y poco después Canna materializaba la superioridad azzurri con un drop. En Francia, Bezy tomaba la responsabilidad del pateo, pero fallaba una y otra vez. Primero fue un golpe de castigo y después los ensayos posteriores (escorados, eso sí) de Vakatawa y Chouly. Porque el Gallo, con muy poco, supo batir a Italia en las esquinas. Entre medias los transalpinos dieron otra lección en la touch y con un buen maul Parisse ponía por delante de forma provisional a los visitantes. Canna regaló dos pateos (transformación y golpe de castigo), lo que permitía a Francia irse, al menos y pese a la mala imagen ofrecida hasta entonces, por delante en el marcador.
La reanudación lejos de ofrecer la reacción esperada supuso incluso nuevos quebraderos de cabeza para Francia. Canna pasó un golpe de castigo y acto seguido firmó un ensayo y la correspondiente transformación. Italia ganaba 10-18 y la gente se frotaba los ojos en Saint-Denis. Bonneval recortó distancias con su ensayo, de nuevo esquinado, y Plisson (que por suerte para Francia le quitó a Bezy la responsabilidad del pateo), concretó la remontada. El apertura de Stade Francaise y Haimona cruzaron un par de golpes de castigo y si a 7 minutos para el final volvía a mandar Italia, en seguida el Gallo cogía ventaja. Ya con el tiempo cumplido, y después de ganar muchos metros a base de empuje con la delantera, Italia tuvo una ocasión centrada para buscar el drop con el que concretar una victoria histórica. Lo tuvo y lo chutó, pero no con el hombre correcto, ese no era el sitio del capitán Parisse. Francia ganó (no le descarten aún para el título), que es lo que cuenta al fin y al cabo, pero su imagen fue penosa. A Italia tampoco le aliviará su gran partido después de escapársele el triunfo con el que alegrar los últimos partidos de Brunel.