Montana revela sus numerosos problemas físicos tras la NFL
El mítico quarterback, que ganó cuatro Super Bowls en cuatro participaciones, ha enumerado los distintos achaques que tiene a sus 59 años de edad.
Si hay un icono en el mundo de la NFL y más cuando nos acercamos a la celebración de una nueva entrega de la Super Bowl, es la de Joe Montana, el legendario quarterback de los San Francisco 49ers (y por dos temporadas de Kansas City Chiefs que todo hay que decirlo), que ganó cuatro anillos como campeón en sus cuatro comparecencias en la gran final del football.
Pese a pasar para más de 40.000 yardas, 273 touchdowns y poseer un rating de 92.3 en su carrera deportiva, su paso por la NFL no fue un camino de rosas para Montana y sus efectos han sido revelados casi con luz y taquígrafos.
En una extensa entrevista concedida al USA Today, el ex-jugador de 59 años ha confesado los numerosos problemas físicos que le afectan y que han sido consecuencia de la práctica de un deporte de enorme contacto como es el de la NFL, que abandonó en 1994.
En ella, la enumeración de los distintos achaques da la sensación de estar ante una persona mucho más mayor que en lugar de un antiguo deportista de élite pero así es la cruda realidad.
Sin embargo, Montana destacó que fue el aspecto mental lo que más le afectó tras su retirada de la NFL o al menos en primera instancia. “Fue complicado lidiar con la parte mental cuando me lo dejé. Era como un plato de pavo frío y es que el deporte se había ido. Luego es cuando el aspecto físico se pone al día.”
La artritis es algo con lo que Montana tiene que enfrentarse todos los días, sin importar de la hora de la que se trate e incluso a lo largo de la madrugada, con dolores realmente insoportables.
Las numerosas cirugías de rodilla a las que se ha tenido que someter a lo largo de los años, limitan su movilidad casi a la mínima expresión. De hecho, se le ha mencionado tras la media docena de operaciones, que necesitará una prótesis en algún momento cuando no pueda caminar ya que básicamente no puede correr ni hacer nada que se le parezca.
Montana se tuvo que someter a una operación en el codo pero los problemas en su cuello han reaparecido y eso que ya ha pasado por tres cirugías de fusión cervical.
“Creo que me voy a tener que hacerme otra cirugía de fusión. Creen que el nervio se está viendo afectado”.
Los daños en los nervios tampoco se han visto reducidos al cuello sino que están en uno de sus ojos, al que califica como vago. “Cada vez que estás cansado, es como si se fuera o al menos es como se siente. No es dramático pero sí lo suficiente como para impedirte leer”. Un doctor afirmó que ese daño es resultado de un trauma en la cabeza, según Montana, que no puede precisar cuándo se produjo.
Todo ello es el resultado del precio que muchos jugadores tienen que pagar por jugar a este deporte, según Montana. “Desafortunadamente, muchos (dejamos la NFL) con achaques que persisten.”
Sin ningún tipo de dudas, cuando el mítico quarterback se retiró a los 38 años de edad, pensaba que todavía podría tener un estilo de vida activo junto a su mujer y tres hijos pero la realidad ha sido bien distinta ya que se ha visto limitado a ser un mero espectador mientras sus hijos esquían o surfean.
Joe Montana va a estar muy presente en los actos previos de la edición número 50 de la Super Bowl cuando se lance la moneda, antes de dar paso a los miembros más jóvenes de la NFL, justamente el lugar que ocupara por última vez en 1989.