San Francisco deja ver su lado real en el Súper Tazón
En medio de la fiesta amenizada por los fans de la NFL, están los indigentes, personajes que se han convertido en parte integral del panorama en la ciudad.
San Francisco es una ciudad contagiada desde hace varios días por la fiebre del Súper Tazón, pero que no oculta su lado real, uno habitual para quienes la habitan.
Visitar San Francisco es un agasajo por la elegancia y arquitectura de varios de sus edificios que se mezclan con modernas edificaciones y un sin fin de casas con estilo victoriano que le dan un colorido especial a esta urbe.
Pero la belleza que ofrece esta combinación contrasta con una realidad que se ve prácticamente en cada esquina, particularmente en el centro de la ciudad: los indigentes.
Mientras se camina por Market Street, la avenida principal de San Francisco, resulta imposible no toparse con alguna persona pidiendo dinero en las calles o andando con su carrito de supermercado lleno de latas, botellas de plástico o abrigos para soportar el cambiante y fresco clima de la zona.
Es fácil ubicarlos. Están los clásicos con pelo largo, barba y bigote crecidos y endurecidos por la suciedad, y otros más discretos, pero que no dejan de mantener la mano estirada para recibir unas monedas en la mano o en algún vaso.
La presencia de estos personajes citad irnos es aún más fuerte al adentrarse unas cuadras hacia el norte de al ciudad, rumbo al barrio chino. Ahí se ven a más indigentes en parques o dormidos en una entrada a algún edificio en desuso.
Los "homeless", como se les conoce en inglés, han sido confinados a esta área de la ciudad, que incluye también el distrito financiero, con la intención de que su presencia no se propagara a áreas residenciales alejadas de esta zona.
La ironía es que la organización de la fiesta previa al Súper Tazón 50 en San Francisco se centró en esta área por ser la más representativa del Área de la Bahía. Se podría decir que la NFL es invasora en tierra de indigentes, pero ambos frentes han logrado coexistir sin incidentes en estos días.
Al final de cuentas, para las autoridades de San Francisco, los indigentes están donde deben. Salir de esa área no es opción y quien visite la ciudad debe acostumbrarse a ellos, pues son partes de la misma. Justo como lo han hecho los habitantes de una de las urbes más bohemias y agradables de Estados Unidos.