Javier Fernández: "La perfección no existe"
Javier Fernández, es el flamante campeón de Europa de patinaje artístico. El pasado fin de semana, en Bratislava, consiguió su cuarto título consecutivo.
Javier Fernández (Madrid, 15 de abril de 1991), es el flamante campeón de Europa de patinaje artístico. El pasado fin de semana, en Bratislava, consiguió su cuarto título consecutivo, algo al alcance de muy pocos a lo largo de los 125 años de historia de la competición.
En dos meses afrontará en Boston el Campeonato del Mundo que quiere revalidar. Desde Suiza, donde completa unas sesiones de exhibición, Javier Fernández, en una entrevista telefónica con EFE, analizó su paso por el Europeo, su sana rivalidad con el japonés Yuzuru Hanyu y sus ganas de agradar en su país, España, del que algún día desea ser un deportista a la altura de los más grandes.
Pregunta: ¿A qué sabe este oro? ¿Ganar tanto como lo está haciendo puede emocionarle menos?
Respuesta: Sigue siendo bastante especial porque sigo haciendo, en parte dentro de mi deporte y en el país en el que he nacido, un poco más de historia. Soy cuatro veces campeón de Europa seguidas y es algo que no lo puede hacer todo el mundo. Año tras año ves que tu nivel va mejorando y que puedes seguir ganando. Eso es algo importante, también a nivel exterior. Es una sensación diferente saber que año tras año puedes seguir al mismo nivel.
P: Cuando ganó el oro dijo que quería cinco más. ¿Cree realmente que puede hacer algo así?
R: No sé lo que diría, pero me refería a que quiero cinco, a que quiero el siguiente, revalidarlo una vez más.
P: He leído en muchos sitios que su Europeo parecía un duro entrenamiento de cara al Mundial. ¿Es una valoración demasiado sobrada?
R: La competición no fue muy fuerte. Hubo bastantes fallos. Sacar 60 puntos en una competición entre el primero y el segundo es una barbaridad. Es cierto que esa puntuación es para subirse en el podium del Mundial, pero lo que acabas de decir es un poco cierto. Probé elementos técnicos añadiendo más dificultad y viendo hasta donde podía llegar porque tenemos el Mundial (en Boston, dentro de dos meses), una competición muchísimo más difícil.
P: Su máximo rival, el japonés Yuzuru Hanyu, ha hecho este año 322'40 puntos y usted 302'77. ¿Es una diferencia insalvable?
R: Cada competición es diferente. Es cierto que cuando consiguió esa puntuación era porque se salió de lo normal y los otros patinadores a lo mejor hicieron un patinaje un poco más mediocre, donde yo me incluyo, porque estuve en esa competición (Trofeo NHK en Nagano, Japón, en noviembre). Uno de los programas no me salió bien. Cada competición es diferente y cada patinador patina de diferentes maneras. Nunca se sabe qué puede pasar. Es cierto que ahora mismo tenemos las dos mejores puntuaciones del mundo y él sigue todavía con más puntos y con récord mundial. Pero no quiere decir que lo vaya a conseguir siempre. En los nacionales de Japón no ha hecho tan buen programa, falló mucho. Hay que trabajar, ser pacientes y siempre se puede fallar en algún momento porque somos humanos.
P: ¿Tener una competencia más dura en el Europeo habría sido más positivo para prepararse mejor el Mundial?
R: La mayoría de las veces yo compito por mí mismo e intento hacer mi programa lo mejor posible. Gane de mucho o gane de poco, yo sé la competición que tengo a mi alrededor y sé que el Europeo es una competición muchísimo más fácil que el Mundial porque se juntan todos los japoneses, norteamericanos y chinos, lo más alto del patinaje.
P: ¿Qué tiene que corregir para alcanzar la perfección?
R: La perfección no existe. Además de tener muchos altibajos, bajadas y subidas durante toda la temporada, creo que nunca se puede llegar a la perfección. Si alguien dice que es perfecto en este deporte, miente. Este deporte evoluciona poco a poco y cada cinco o diez años hay personas nuevas haciendo mucho más de lo que hacemos nosotros. Puedes ser bueno, pero no perfecto. En este deporte, eso no existe, estas en una superficie muy inestable y si dices que eres perfecto y por mala suerte te tropiezas y te caes, pues ya no eres perfecto.
P: En el programa libre tuvo un desequilibrio y una caída. ¿Acabó disgustado consigo mismo por sus fallos?
R: No me cabree mucho. El salto en el que me caí fue un elemento que incluimos para esta competición. Una de las cosas que trabajamos desde principio de enero hasta el Europeo, fue ese elemento. Queríamos añadir más dificultad a la mucha que teníamos. Eso quiere decir que tenemos que volver a los entrenamientos. Fue un programa técnicamente muy bueno. Los elementos, quitando ese y a lo mejor el último salto en el que me sobregiré, los demás estaban bastante bien. Tenía una dificultad muy alta y con un pequeño fallo en un salto que te has podido caer, me decía a mí mismo que aunque me hubiese caído, si volvía hacerlo, sabía que no iba a tener ningún problema para ganar. Los elementos técnicos de mi programa no los tenía ningún otro en este campeonato.
P: Usted y su máximo rival Yuzuru Hanyu comparten entrenador. ¿Es una situación extraña que el mismo hombre os prepare para ganaros el uno al otro?
R: Para nosotros es algo normal, estamos acostumbrados, pero entiendo que para la gente sea un poco extraño. Desde pequeños estamos acostumbrados en entrenar con técnicos que dirigen a otros patinadores que son tus mayores rivales. Me pasaba con Javier Raya, que suele ser el segundo de España. Es algo positivo en algunos momentos. También nos pegamos nuestros piques. Somos humanos y deportistas, pero es positivo ver como entrena y compite tu mayor rival. A lo mejor, las competiciones que hacen uno contra otro tienen más sentido porque sabemos lo que hemos hecho antes y lo que vamos a hacer después.
P: ¿Entrenáis en el mismo sitio las mismas horas, mismas pistas?
R: Todo. Mismas horas, mismo sitio, todo.
P: Verá su evolución y puede pensar que le va superando o que usted va mejor...
R: Es esa sensación, decir... 'madre mía, hoy se sale'. O al revés, vamos a una competición, no entrena bien los diez días anteriores y luego está estupendo. Eso nos pasa a todos los deportistas. No siempre entrenamos perfecto antes de la competición y luego cambia. Es algo positivo porque también nos da alas para seguir entrenando. Nos seguimos esforzando mucho cuando vemos que el que tenemos al lado hace un buen entrenamiento. Tienes a un compañero, a un patinador que tiene tu mismo nivel y se hace todo más o menos por la rivalidad, a ver quién hace un salto mejor que otro. Somos compañeros y nos ayuda mucho para entrenar.
P: ¿Se puede ser amigo de su máximo rival? ¿Salen a comer, a cenar, o todo se limita a lo que pasa en la pista?
R: No solemos a comer ni a dar una vuelta. Somos personas muy diferentes. Su estilo de vida es distinto al mío, al ser yo europeo. Eso no quiere decir que cuando estamos en la pista no charlemos, comentemos, nos riamos y lo pasemos bien. Nos llevamos bien. Con el entrenador igual.
P: ¿Después de este oro le han llamado personas que jamás podría imaginar hace tiempo?
R: Todas las personas que a lo mejor son famosas o escriben en las redes sociales. El presidente del Gobierno o el otro día contesté a Pablo Iglesias... cuando ves todo eso te haces un poco a la idea. Lo asimilas y es que es la gente más conocida del país. Me felicita el Real Madrid, el Barcelona, la Casa Real, muchos deportistas. Cuando lo piensas, es como.. .'madre mía, me está felicitando está gente'. No lo habría imaginado ni en mis mejores sueños. Es un honor estar aquí, ver que te apoyan y que hace unos años no pasaba nada de esto. Desde hace tres años hasta aquí, la gente se empieza a enterar de quién soy y más gente sigue este deporte.
P: Cuando ganó el anterior oro dijo que no era lo mismo aprender a ganar que aprender a mantenerse al mismo nivel. ¿Ha aprendido lo segundo? ¿Después de tanta llamada es más difícil asimilar esto?
R: Más complicado no va a ser, va a ser igual. Hay muchos altibajos y a veces nos venimos abajo y nos cuesta muchísimo recuperarnos. Cuando gano una competición me da más energías para seguir entrenando y compitiendo para mejorar. Quedan muchas competiciones, queda la más importante y luego más y después los Juegos. Pero lo más importante es mantenerse. Ves patinadores que son campeones de Europa una vez y luego ya no vuelven a hacerlo tan bien nunca. Normalmente, el año posterior a ganar el Mundial suele ser malo para un patinador. No suele estar bien por la presión que ha tenido, también mediática, porque estás en la nube y no lo suelen hacer tan bien. Para mí es un reto decir que no quiero ser como las personas que conozco que no pueden hacerlo.
P: Ha hablado de la presión mediática... ¿Ha pasado del "por favor que me llamen al "uff otra llamada"?
R: Depende del momento. Cuando estás en una competición y tienes que responder a todos los medios, con todo lo que tienes que hacer (exhibición, ver a tu equipo cuando compite) y tienes muchísimas entrevistas en la pista... Luego tienes que estar pendiente de tu móvil por si te llaman los que son realmente de tu país y los que realmente te importan. Pero cuando se junta todo es estresante porque dices 'madre mía, no llego'.
P: ¿Siente que es una "marca España"? ¿Cree que es un deportista representativo de este país? ¿Un Nadal, un Gasol, una Carolina Marín... y un Javier Fernández?
R: Espero que sí. No lo sé. Es cierto que los que has dicho son deportistas que han ganado muchísimo, unos más que otros. Pero da igual, son nuestros deportistas que compiten internacionalmente por nuestro país y encima ganan de todo. Espero estar en esa lista. Es una cosa que tampoco tengo que decirlo yo, es una cosa que lo dice la gente. Si no estoy en esa lista, tengo que seguir trabajando para ganar el Mundial, que estén orgullosos de mí y la gente diga que este deportista es de la marca España. Me lo han dicho alguna vez, pero quiero seguir trabajando. Sobre todo, cuando me preguntan si me cambiaría de país. Pues nunca me cambiaría de país para competir. Soy español y quiero que mi gente esté orgullosa de mí y que mi país esté orgulloso de mí. No quiero que otro país esté orgulloso de mí.
P: ¿Y usted está orgulloso de su país?
R: Yo sí. He salido un poco patriota desde pequeño y sí que estoy orgulloso de mi país. Desde pequeño. Es el sitio donde me he criado, donde he vivido toda mi vida y donde tengo mi familia y amigos. He tenido una infancia y una juventud estupenda. Espero que siga para mucho más. Siempre lo digo, estoy orgulloso de mi país.