Fin a una red de distribución de medicamentos y anabolizantes
La Guardia Civil y la Policía Nacional han desmantelado una red de distribución de medicamentos y anabolizantes ilegales en el ámbito del deporte.
La Guardia Civil y la Policía Nacional han desarticulado una red de distribución de medicamentos y anabolizantes prohibidos en el ámbito del deporte, con la detención de 37 personas en Madrid, Alicante, Murcia y Málaga, entre las que se encuentran los líderes de la organización.
Según informan ambos cuerpos, en la operación, denominada Mazinger, se han practicado 28 registros en domicilios, locales y almacenes donde se han intervenido más de 70.000 dosis de medicamentos ilegales, además de 120 kilos de sustancias diversas como esteroides, anabolizantes, hormonas, principios activos, excipientes o potenciadores sexuales.
Durante la operación han sido detenidas 37 personas en las provincias de Málaga (13), Alicante (17) y Murcia (8).
Fue a principios de 2015 cuando se iniciaron las investigaciones a raíz de dos hechos: la recepción de una alerta internacional sobre la intervención en Lieja (Bélgica) de importantes partidas de medicamentos con destino a España, así como de la desarticulación en nuestro país de un grupo organizado al que se le incautaron 120 kilos de medicamentos.
A partir de ahí, los investigadores fueron identificando varias células de la organización distribuidas por diversas provincias españolas, algunas de ellas con capacidad para la fabricación y envasado de estos medicamentos en laboratorios clandestinos, y otras dedicadas a la comercialización ilegal de este tipo de productos.
En Málaga han sido desmanteladas dos células de esta organización. Una de ellas actuaba como pantalla para la introducción de las sustancias desde el extranjero, de tal manera que la célula principal quedaba en exclusiva para la fabricación a gran escala de medicamentos y productos anabolizantes.
Además, la red contaba con varios de sus miembros en las direcciones de empresas comerciales, entre la que destacan una tienda de telefonía que gestionaba los pedidos; una franquicia de mensajería urgente que los distribuía y eludía el posible control de las fuerzas de seguridad.
También disponían de una inmobiliaria, que facilitaba los locales empleados para ubicar los laboratorios clandestinos y para el almacenamiento de las sustancias; y varias empresas de nutrición deportiva, que participaban intensamente en las distintas actividades ilícitas de la organización.
Otra célula de la organización estaba dedicada a la elaboración y distribución de anabolizantes en la región de Alicante y Murcia.
Esta célula contaba entre sus miembros con un licenciado en Química, que era el encargado de producir en un laboratorio clandestino de Alicante sus propios medicamentos con los principios activos facilitados por la organización.
Desde el inicio de la operación, los investigadores detectaron varias importaciones desde China y Reino Unido de viales de vidrio, envases de plástico, tapones, pegatinas y diverso cartonaje para el acondicionamiento de medicamentos, comprobando de la misma manera que desde China, Bulgaria y Portugal se importaban los principios activos, excipientes y medicamentos ya elaborados.
A pesar de las extraordinarias medidas de seguridad que el líder de la organización tomaba en todo momento, nunca ocultaba el dibujo que se había tatuado en el cuello representando el logotipo de la marca de medicamentos que su organización fabricaba ilegalmente.