NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

AGENCIA LIBRE

Astros hacen una inteligente maniobra con Doug Fister

El fichaje del pitcher diestro por parte de los texanos le da mayor profundidad a su rotación y les convierte en el favorito de su división en la Liga Americana.

Doug Fister, durante su etapa con los Washington Nationals.
Getty Images

Si hay un equipo que en los últimos tiempos ha hecho un uso muy acertado del Moneyball, ese excelente uso de las estadísticas avanzadas en el béisbol, son uno de los dos representantes del estado de la Estrella Solitaria. Y ese club no puede ser otro que los Houston Astros, una de las sorpresas más agradables de la temporada 2015.

Después de haber acumulado la sonrojante cantidad de 324 partidos perdidos entre 2011 y 2013, circunstancia que les vino a las mil maravillas para pulsar el botón de reinicio y reforzarse en distintas áreas, especialmente vía draft, los Astros realizaron un salto cualitativo la temporada pasada que les permitió alcanzar una de las plazas para jugar en los playoffs, en este caso vía Wild Card.

El hecho de haber tenido que “quemar” a Dallas Keuchel en ese encuentro de desempate, ya perteneciente a los playoffs, pudo haber sido capital en lo que sería una agridulce derrota en la ronda siguiente, aunque sea a manos de los eventuales campeones del mundo, los Kansas City Royals.

Pero el objetivo para 2016 es otro. El objetivo es ganar la división y el fichaje de Doug Fister debería ayudar en ese sentido.

Entre 2011 y 2014, Doug Fister fue uno de los pitchers más infravalorados de las Grandes Ligas, uno que pasó de Seattle Mariners a Detroit Tigers y de los de Michigan a Washington Nationals. Entre esos cuatro conjuntos, su ERA fue de 3.11, una marca muy razonable, mejor que la de Verlander y parecida a la del ultravalorado Stephen Stasburg.

Sin embargo, el problema de Doug Fister es que no va a iluminar nunca el radar llegando a las 98 millas por hora. Es un pitcher que depende de su defensa, con un soberbio control de sus lanzamientos y uno que consigue el objetivo de todo lanzador: outs o eliminados. Y estar permanentemente en la sombra tampoco ayuda.

La campaña anterior no fue la mejor para el altísimo pitcher de 2.04 metros de estatura. Las múltiples lesiones le quitaron explosividad a su bola rápida y convirtió lo que nunca ha sido una recta de altísimo octanaje en una que era destrozada sin piedad por parte de los ataques rivales, más cuando Fister siempre ha incidido en la parte alta de la zona de strike lo que le convierte en un lanzador propenso a ceder muchos home runs, 14 en 103 entradas el año pasado.

El fichaje no viene sin riesgos. Lo que bien pudiera haber sido uno de los mejores pitchers de la agencia libre tras Price, Greinke y Cueto pero un escalón por detrás, se convirtió gracias a la inefectividad en alguien que no terminaba de convencer a los pretendientes. Ni siquiera el hecho de que no se le hiciera una oferta cualificada ayudó a que su mercado se moviese. Se desconoce si lo ocurrido en 2015 es el inicio del declive o fruto de los distintos problemas que surgieron.

Los Astros le han firmado, siempre a falta de pasar el examen médico, por un año y siete millones de dólares. Si cumple distintos bonus, el total puede alcanzar los doce millones de dólares, que bien pudiera haber sido el salario definitivo en la agencia libre e incluso nos podríamos quedar cortos.

La buena noticia para Fister es que pasa a un equipo que abraza con ternura las estadísticas avanzadas, bien ejemplificadas en los shifts que puede llevar a cabo un club dependiendo del rival al que tenga enfrente y sus tendencias de bateo.

Y que tenga justo por el centro en el diamante a Carlos Correa y a José Altuve tampoco es que le vaya a perjudicar.

Las predicciones para 2016 son bastante positivas en efectividad con una marca de 3.57 y una conservadora cifra de 127 entradas. Si Fister está sano, superará ese punto y le dará una mayor profundidad a la rotación de un equipo tras Dallas Keuchel, Collin McHugh, Lance McCullers Jr., Mike Fiers y Scott Feldman. Pocos equipos pueden presumir de tener tantos nombres válidos en un área fundamental en el juego.

Es posible que los aficionados de los Astros hubiesen celebrado con mayor algarabía la llegada de Chris Davis o Aroldis Chapman, nombres que sonaron con fuerza para el club. Pero en ocasiones, son los movimientos pequeños los que pueden ser clave para complementar la excelente base del equipo texano.

Y convertirse en el gran favorito para ganar la División Oeste de la Liga Americana no es poca cosa.