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CAROLINA PANTHERS 49 - ARIZONA CARDINALS 15

Carolina Panthers a la Super Bowl apabullando a los Cardinals

El equipo de Carolina no encuentra oposición en el de Arizona y se mete, por segunda vez en su historia, en el gran partido final de la temporada de la NFL..
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Los Panthers celebran la victoria apabullante ante los Cardinals.
STREETER LECKAAFP

Desigual enfrentamiento entre Carolina Panthers y Arizona Cardinals en la final de la NFC.

Los equipos monumentales corren el riesgo de aburrirnos. Al ser tan superiores solventan sus duelos con tamaña contundencia que hunden la sensación de competitividad en un oscuro hoyo y se olvidan de que hay espectadores que queremos divertirnos hasta el final. A ellos no les importa, por supuesto, ellos están aquí para ganar y todo lo demás da igual.

Pongamos de ejemplo a los Carolina Panthers. Tras rozar la temporada regular, que se les fue en una tarde tonta contra los Atlanta Falcons, ganaron el primer partido de los playoffs a los Seattle Seahawks al endosarles un 31 a 0 en un cuarto y medio. Y...

... y resulta que se plantan en la final de la NFC como si fuera una noche más, un encuentro normalito, y le meten a los Arizona Cardinals un 49 a 15 que justo es decir que se queda hasta corto con respecto a lo que vimos en el emparrillado. En él, los Carolina Panthers, indiscutible mejor equipo de la temporada 2015 en la NFL, han pegado una de las palizas más escandalosas de la historia reciente de la liga en un duelo que, a priori, se suponía más igualado.

Eso es lo que podemos achacarles, en un sentido egoísta y ausente de toda lógica, el que sean demasiado buenos, demasiado superiores, demasiado apabullantes. Es que nos dejan sin emoción en apenas un cuarto. Y, claro, que no son horas (en Europa) como para ver sin tensión toda una final de la NFC.

Carolina jugó, como la semana pasada contra Seattle, con todo. Y lo hizo, además, todo el tiempo, no sólo una parte. En ataque se mostraron capaces de correr, como es normal en ellos. Son uno de los ataques terrestres más imaginativos de la competición; la buena línea ofesnvia ayuda, y Jonathan Stewart es esencial para ellos, pero la gran baza es, sin duda, Cam Newton. El factor pánico con el que juega, con el que intimida a los enemigos, hace que las defensas no puedan dejar de estar pendiente de él. Por ejemplo, en la primera gran jugada del partido, un reverse de Ted Ginn Jnr. que se cruzó el campo de lado a lado, en horizontal, para acabar anotando un touch down que sólo fue el primero de toda una pléyade de ellos.

En el juego aéreo tampoco tuvieron ningún problema. Corey Brown anotó un touch down con una recepción de 84 yardas. Greg Olsen pasó de las cien yardas con holgura siendo el foco de los escasos momentos en los que mover las cadenas tuvo algo de importancia. E incluso Tedd Ginn Jnr. decidió no hacer drops y sumar sus buenas yardas también por aire. Y es que los 49 finales del equipo son récord histórico en las finales de la NFC.

Pero hay que hablar también de la defensa. Aunque igual basta con un par de datos: cuatro intercepciones, dos fumbles forzados y recuperados. Si sumamos un nuevo fumble recuperado por los equipos especiales, suman siete cambios en la posesión de balón. Sencillamente inenarrable. De un nivel incontestable. Ni por tierra, ni por aire, ni en equipos especiales. Nada. Es que no hubo partido. De hecho, hubo hasta minutos de la basura, con Derek Anderson jugando por Cam Newton porque ¿a qué jugarse un mal golpe?

Ese es el único aspecto que aparta este partido de la perfección completa para los Panthers: un golpe tonto sacó del partido a Thomas Davis. El fabuloso linebacker es esencial para ellos y habrá que ver en que estado está para la Super Bowl.

Porque, sí, los Carolina Panthers van a jugar la Super Bowl 50. Es la segunda de su historia. Pero desde luego a esta acudirán como los grandes favoritos. Este equipo, joven y ambicioso, ha jugado un football casi perfecto duranto todo el año. Tiene en sus filas al seguro MVP de la temporada, Cam Newton, al casi seguro entrenador del año, Ron Rivera, y a un muy probable candidato a jugador defensivo del año, Luke Kuechly. Tienen carrera, pase y defensa, defensa en las trincheras y en secundaria, y el mejor dúo de linebackers de la liga. Y por eso no es ninguna sorpresa que puedan ganar la final de la NFC por 49 a 15 cuando vienen de arrollar, también, a los Seattle Seahawks hace siete días. Le dejan a uno sin palabras.

Y las pocas que dejan hay que dedicarselas a los Arizona Cardinals, que han hecho un año fabuloso pero que se van del mismo, del Bank of America de Carolina, con la sensación de estar a años-luz de la verdadera élite de su conferencia. Y lo que es peor: más envejecidos. Mala combinación.