España cae y queda a merced del 'fair play' de Dinamarca

Dinamarca se tomó la revancha del pasado Mundial en una segunda parte oscura de la Selección, que tras un primer tiempo excelente (14-11) se le bajó el telón a las ideas y se chocó con la dura realidad de que no hace goles, sólo nueve en la segunda parte, y tras once minutos sin marcar en los que encajó un parcial demoledor: 0-7. El final, 23-27, un resultado complicado incluso para un posible triple empate a puntos final con Alemania en el lío: España ganó a los germanos por tres goles; y ahora tiene que rezar para que los daneses no pierdan, y si lo hacen, que sea por menos de tres goles. Por tanto, lo peor de perder es que es posible que los Hispanos estén en manos del rival, con lo cual tampoco vale citarse para la final y cobrarse la revancha.

Lo que pasó en la primera mitad es que Sterbik estuvo a un nivel insuperable, que Cadenas ordenó una defensa 5-1 por dos motivos, para frenar los lanzamientos de Mikkel Hansen, y porque necesitaba reordenar la defensa habitual por la baja de Gedeón Guardiola, lesionado en un dedo, y que dejó su puesto en la convocatoria a Rafa Baena. Y ese fue un problema, porque en la segunda mitad, cuando hubo que bajar al 6-0, allí no estaba la pareja de Viran Morros.

También es cierto que en la segunda parte hubo una venda en los ojos de los árbitros, que ahora fueron más permisivos, y que las apariciones de Noddesbo y de Damgaard desequilibraron el juego español. En ataque ya no hubo la frescura del primer tiempo, y de hecho España perdió nueve balones, ¡ocho en la segunda parte!

Y otro aspecto importante que debería repasar el seleccionador: a veces no se puede hacer cambios de reloj, y si hay que mantener la frescura en el conjunto, tendría que repasar las combinaciones de la primera línea, para que no quede tan descompensada.