España se obstruye en ataque e Italia se cuelga el bronce (9-10)

La Selección femenina finalizó el Europeo de Belgrado en el puesto más amargo de cualquier campeonato, el cuarto. Se despidieron las de Miki Oca con dos derrotas, que le impidieron, primero de la final ante Holanda, y luego de ese preciado bronce ante Italia (9-10), en un partido jugado de más a menos. La decepción española fue patente, llorando las chicas de Oca después de un partido en el que fueron capaces de lo mejor y de lo peor, que acabaron negadas ante la meta italiana.

Aún con el recuerdo de la última victoria de Italia ante España en la fase de grupos, el partido comenzó duro pero abierto. Maica García, Ru Tarragó y Bea Ortiz pusieron en ventaja al conjunto español en el primer cuarto (3-2). Tras la reanudación, Pili Peña marcó el 4-2 y ahí hubo el momento clave del encuentro para las españolas. Desaprovecharon varias ocasiones para ponerse 5-2 e Italia se repuso en algunos despistes defensivos. Al descanso se llegó 5-4, con un espectacular tanto de Tarragó desde nueve metros.

Pero ese tanto fue el principio del fin para la Selección. Obstruidas en ataque, comenzaron a fallar superioridades y lanzamientos, mientras que Italia encontraba en Emmolo y Bianconi dos cañones para ponerse por delante antes del último cuarto (7-8). El conjunto transalpino marcó en los momentos más psicológicos. En el último ataque del tercer cuarto y el primero del último (7-9). Pero las guerreras dan lo mejor de sí cuando más al límite se encuentra, como ya ocurrió ante Holanda en semifinales, cuando igualaron una desventaja de dos tantos.

Bea Ortiz y Pili Peña, en apenas un minuto, volvían a poner el 9-9. Pero Italia no se arrugó. Siguieron defendiendo por encima incluso del reglamento, con marcajes férreos y duros, y encontraron el premio de la victoria en un lanzamiento de Bianconi a falta de un minuto y medio. España siguió opaca en ataque (9/32 en tiros, apenas un 28 por ciento) y el partido se le escapó entre los dedos.