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SALTOS DE TRAMPOLÍN

Javier Illana piensa en disputar sus cuartos Juegos Olímpicos

El saltador, baja en el Grand Prix de Madrid, acaba de escribir el libro 'No es el cuerpo, es la mente', que será publicado el 19 de enero.

Javier Illana.
JESUS AGUILERADIARIO AS

Javier Illana (Leganés, 1985) no competirá en el Grand Prix de Madrid. “Me estoy recuperando para intentar buscarme una plaza para los Juegos Olímpicos”, dice el saltador madrileño, que ha estado en las tres últimas citas olímpicas y que por su edad, “y por la lesión”, empieza a ver el final de su carrera deportiva.

Portada de 'No es el cuerpo, es la mente'.
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Portada de 'No es el cuerpo, es la mente'.

“Me encontraba casi recuperado, pero esta lesión me ha obligado a parar”, comenta Illana, que sufre una espondilitis anquilosante, enfermedad reumática, crónica y dolorosa, que pone en jaque el futuro casi normal de esta joya madrileña del salto.

Javier se siente un afortunado porque ha podido vivir del deporte del trampolín: “Tal vez porque siempre he tenido la ayuda y la colaboración de la Federación Española, o que también no sea muy exigente. Pero sí, soy un deportista privilegiado en ese aspecto”.

Es cierto que en estos años también ha intervenido en el programa de televisión de Telecinco Mira quién salta, lo que le ha abierto las puertas a un mundo que le gusta. “Porque he aprendido. La comunicación es algo que siempre me ha gustado, como la moda, por ejemplo, y por ahí podría estar mi futuro”, apunta el saltador, especialista en tres metros, que asegura que su deporte es como la vida: “Porque hay mucho en juego en cada salto, aunque no te des cuenta. La tabla es un elemento peligroso más”.

Dice que tiene esperanzas de estar entre los treinta mejores en el Preolímpico de Río, donde se juegan los billetes a la cita olímpica de la ciudad brasileña, porque si entra en ese pelotón de destacados podría estar “sin duda” en sus cuartos Juegos Olímpicos, y de manera consecutiva, lo que redondearía su brillante carrera y colmaría su condición de mejor saltador de la historia de este deporte en España.

Mira hacia la cantera y considera que “ya vienen empujando chicos jóvenes a los que hay que dejar paso”, y por eso, sin ponerse fecha de caducidad, sí considera que está en la cuenta atrás porque nadie se eterniza en el deporte, y él lleva media vida, desde los 15 años, en la élite mundial de esta disciplina.

En Leganés, donde vive, no se considera ídolo “y tampoco muy reconocido”, aunque en realidad ha pasado más tiempo en Madrid, en Aluche, que es donde se ha criado. Su último reto ha sido el libro sobre su carrera que aparece el día 19 en las librerías: “La editorial buscó a un tipo de un deporte no profesional. Se fijó en mi, y ahí están esas páginas de autoayuda”.