Hue Jackson es el nuevo entrenador de los Browns
Cleveland ha conseguido hacerse con una de las joyas del actual mercado de técnicos y él alcanza su sueño de tener un equipo para moldear a su antojo.
Los Cleveland Browns tienen a su hombre: Hue Jackson ha firmado como su nuevo entrenador jefe. La franquicia ha cazado uno de los grandes nombres del actual mercado de entrenadores y esta es la única buena noticia que han tenido los aficionados de la misma desde hace demasiado tiempo.
Hue Jackson ya fue entrenador jefe en la NFL. En el año 2011 dirigió a los Oakland Raiders, entonces metidos en mil problemas, y les llevó a un récord de 8-8, algo que en circunstancias normales le habría asegurado seguir en el puesto. Pero aquella temporada concluyó con cambio de general manager en la franquicia y el nuevo régimen prefirió contratar a gente de su confianza. Desde entonces se ha afianzado como coordinador ofensivo.
Los dos últimos años los ha pasado dirigiendo el ataque de los Cincinnati Bengals. Es considerado una pieza clave en el crecimiento tanto del equipo en general como de Andy Dalton en particular. En los ambientes de la liga tiene fama de tipo genial y entró en este periodo de fichajes de entrenadores como una de las piezas más codiciadas en el escaparate.
Es por eso que llama tanto la atención que se haya decidido por los Browns. El pasado domingo tuvo una reunión de cinco horas con los San Francisco 49ers y hoy mismo tenía previsto reunirse con la gerencia de los New York Giants. Sin embargo, en Cleveland se han asegurado de que esa entrevista en la Gran Manzana no se produjese cerrando su contratación en cuanto han tenido opción.
Esto tiene que entenderse como un enorme triunfo de Sashi Brown y Paul DePodesta, los dos nuevos hombres fuertes de los Cleveland Browns. El primero, que ya estaba en la franquicia, y el segundo, que es un gurú de las estadísticas avazandas... pero en el béisbol, fueron puestos como un general manager bicéfalo a dirigir el destino de uno de los clubs más disfuncionales de la NFL. La decisión del dueño, Jimmy Haslam, fue atrevida y heterodoxa y, de entrada, ha dado resultado porque han ganado, por la mano, a equipos que tenían más que ofrecer que ellos.
Han contado con el enorme deseo de Hue Jackson de entrenar a toda costa. Es su gran sueño y no lo esconde. Si en San Francisco las discusiones fueron tan enconadas como para estar cinco horas debatiendo sin firmar nada, y en Nueva York nadie le aseguraba más que ser uno más de entre la lista de candidatos al puesto, en Cleveland le han hecho sentir como un tipo especial. Como el elegido. Le han llamado, adulado y se han puesto a sus pies. Entre el miedo a quedarse compuesto y sin novia, y el pánico a tener que tratar con general managers que se creen más listos que él, ha acabado por aceptar la, en principio, oferta más loca que es la de meterse en una picadora de carne de carreras de NFL como son los Browns.
En su contra está el heredar un equipo que sólo ha podido ganar 3 partidos y que dilapidado casi todas sus primeras rondas del draft recientes, amén de una historia y una mitología de fracaso perpetuo. A su favor, que la nueva forma de hacer las cosas es ilusionante, que tienen el número dos del draft, que va a elegir con esa elección al QB que le acompañará en su trayecto, que tiene toda la confianza de las oficinas de la franquicia... y que a peor no se puede ir.
Hue Jackson ha conseguido cumplir su sueño de volver a ser entrenador jefe en la NFL, y los Cleveland Browns han conseguido el milagro de quedarse con algo que deseaba media liga. El inicio de la era Sashi Brown y Paul DePodesta no puede ser más ilusionante.