Las 'Guerreras del Agua', a por un oro que lleva a los Juegos

Hace cuatro años, la Selección femenina de waterpolo había sido undécima en el Mundial de Shanghai y afrontaba el año olímpico con el objetivo utópico de clasificarse por primera vez en su historia para unos Juegos. No solo las 'Guerreras del agua' lo lograron, sino que comenzaron a escribir en el Preolímpico de Imperia (Italia) una página brillante del deporte español: plata en Londres 2012, oro en el Mundial de Barcelona en 2013 y oro en el Europeo de Budapest en 2014. Ahora, en Belgrado, afrontan el Europeo con el propósito de reeditar el título y lograr el billete para Río.

El torneo será salvaje y los laureles conseguidos no son garantía de éxito. “En Europa hay mucho nivel. Hay seis favoritos que pueden ganar cualquier competición, y nosotros estamos en ese grupo”, comenta Miki Oca, que mantiene el mismo grupo que fue al Mundial de Kazán, el pasado agosto, con la única novedad de Bea Ortiz por Paula Leiton.

“Nuestro grupo es demasiado fácil, y eso es un doble problema. Por un lado, cuesta engancharse a la competición, además de que el primer cruce ya será a vida o muerte”, argumenta Jennifer Pareja, la capitana, que lleva en el equipo nacional desde 2003. El formato de competición del waterpolo femenino en los Juegos es anómalo. Únicamente compiten ocho equipos, por lo que hay una plaza por continente y un Preolímpico muy competido, en el que, por ejemplo, participará Estados Unidos y el resto de conjuntos europeos que no sean oro en Belgrado (habrá cuatro plazas porque Sudáfrica renuncia a participar como campeona de su continente). La FINA está planteando cambiar las reglas para los Juegos de Tokio, en 2020, y aumentar el número de equipos a 12, pero reducir el número de jugadores de siete a seis. Ideas aún en forma de boceto.

“Todos los equipos evolucionamos. Estamos intentado tener más movilidad, aprovechar que hay jugadoras rápidas y ágiles”, comenta Oca, que ha estado puliendo el contraataque para tener más armas. “No descarto a ningún equipo de los seis que tenemos opciones, aunque hayamos ganado a Rusia y Holanda”, apunta Pareja. “Desde mi época , el waterpolo ha evolucionado mucho. Es otro deporte. Ahora es más rápido, físico, intenso y táctico. Las nuevas tecnologías nos han ayudado”.

La cara nueva en el equipo es la de Bea Ortiz. Tiene 21 años, nació en Rubi y siempre apuntó alto. Esta joven estudiante de Comunicación Audiovisual tiene como ídolo y espejo a Anni Espar, ya que “juego en su posición”.

“Todas estábamos igualadas y pasé nervios hasta que supe que iba. Fue una sorpresa”, dice y añade: “Lo que más me sorprende del grupo es cómo te acogen y lo fácil que te lo ponen”. Uno de los secretos de este equipo campeón.