Cuatro aspirantes a las Series Mundiales hacen los deberes
Cuando apenas restan cinco semanas para el inicio de la pretemporada, hay varios candidatos que han reforzado sus candidaturas para el título.
Mientras nos centrábamos en todos los actos que han rodeado la introducción de Ken Griffey Jr. y Mike Piazza como nuevos inquilinos del Hall of Fame, el trabajo diario en la Major League Baseball no se ha detenido y eso es especialmente cierto en cuatro franquicias que tienen serias aspiraciones a ganar el título como son los San Francisco Giants, Washington Nationals y Toronto Blue Jays o incluso revalidarlas como los vigentes campeones del mundo, Kansas City Royals.
Desde que iniciamos la década, ha habido una constante en la MLB y es que a los Giants les toca ganar el título en año par, habiéndose cumplido en 2010, 2012 y 2014 y con el 2016 ya entre nosotros, los californianos están haciendo todo lo posible para que esto se cumpla.
Si había una idea generalizada en la industria es que los Giants iban a ser un actor muy activo en la agencia libre, no sólo por su potencial económico sino por la cantidad de dinero que se iba a liberar tras la finalización de contratos importantes como el Tim Lincecum, Tim Hudson o Jeremy Affeldt en su retirada.
A pesar de no lograr la contratación de David Price o Zack Greinke, los Giants se hicieron con el siguiente mejor pitcher titular en el mercado en Johnny Cueto, al que se le unió la llegada de Jeff Samardzija. El equipo tenía muy clara su prioridad y era reforzar una rotación que adolecía de seguridad tras Madison Bumgarner.
Pero también era evidente que el equipo precisaba de reforzar su outfield, ya sea en el aspecto de la titularidad o en la profundidad de banquillo. Ahí es donde entra Denard Span. Su contrato de tres años y 31 millones de dólares le permitirá opciones a Bruce Bochy más allá de la presencia de Hunter Pence en el RF. Con su presencia, el declive de Ángel Pagán puede ser compensado por alguien que no sólo patrullará en el exterior central sino que le dará versatilidad, capacidad de contacto y alguien que puede abrir el turno.
Con 32 años durante el spring training, Span es un riesgo razonable y no exige ni un contrato de larga duración como va asociado a Justin Upton o Yoenis Céspedes ni una primera o segunda ronda como compensación al club al que perteneció en 2015, en este caso los Washington Nationals.
Sus distintos pasos por el quirófano le limitaron a sólo 61 encuentros en 2015 pero en San Francisco cuentan con que sea cosa del pasado. Este invierno está siendo muy activo en contrataciones y ampliaciones del equipo como la de Brandon Crawford. Los Giants han invertido 326 millones en todas esas áreas y en 2017 esperan volver a ser protagonistas en la agencia libre.
Precisamente el antiguo club de Span, Washington Nationals, se han quitado un problema de encima con el intercambio de cromos con Toronto Blue Jays. A cambio de obtener a Ben Revere, alguien que puede jugar como exterior central y que como zurdo, respaldará a Bryce Harper y al también recién llegado Daniel Murphy, los Nationals envían al frustrado pitcher relevo Drew Storen a Canadá, donde pasará a formar parte de un trío de garantías para el último tercio de los partidos junto a Roberto Osuna y Aaron Sánchez.
El tener un trío dominante al final de los partidos nos suena, ¿verdad?
Con la llegada de Jonathan Papelbon, otra patata caliente en la capital y que tiene toda la pinta de seguir, Storen se sintió desubicado y no consiguió adaptarse a lanzar en la octava en lugar de la novena, su puesto habitual en los Nationals. Su temporada acabó a mediados de septiembre cuando perdió en su (absurda) batalla definitiva con la taquilla del vestuario, rompiéndose el pulgar derecho.
Es una operación en la que ambas franquicias se benefician y mejoran sus posibilidades de cara a alcanzar los playoffs.
Y a todo esto llegamos a los Kansas City Royals… No sé muy bien cuál es el motivo pero hay una falta de cariño por los vigentes campeones del mundo que puede llegar a ser preocupante. Según Baseball Prospectus, los Royals no van a ganar la División Central de la Liga Americana e incluso se aventura con que terminen con más derrotas que victorias.
¿Qué han hecho los Royals para merecer esto?
Ahí es donde entra Alex Gordon. La renovación del exterior izquierda mejora considerablemente las opciones del club, que tiene que volver a ser considerado como el máximo favorito a ganar la división. El contrato de cuatro años y 72 millones de dólares es justo para ambas partes y asegura que el núcleo duro de los jugadores de posición seguirá a las órdenes de Ned Yost al menos hasta que Cain, Hosmer y Moustakas lleguen a la agencia libre en 2018.
Ante la tesitura de recurrir a un tándem compuesto por Jarrod Dyson y Paulo Orlando, los Royals volverán a contar con uno de los mejores exteriores, alguien que bien pudo haber abandonado el único club que ha conocido. Quizás Gordon no vuelva a ser el jugador tan completo que promedió un WAR de 6.0 entre 2011 y 2014 pero si las lesiones quedan al margen, los Royals volverán a contar con un plantel que ya sabe lo que es ganar en octubre.
Y no muchos pueden presumir de ello.