Ross Rebagliati: oro olímpico en 1998 y empresario del cannabis
Dio positivo por marihuana, pero recurrió por la medalla conseguida en Nagano. Creó su distribuidora de uso terapéutico, Ross' Gold, en enero de 2013.
Ross Rebagliati se convirtió en los Juegos de Nagano, en 1998, en el primer campeón olímpico de la historia en eslalon gigante de snowboard. El canadiense tenía entonces 27 años: “Empecé a competir en 1988, así que supuso la culminación al trabajo de una década, con más de 200 días en la nieve por temporada, con un vida social mínima”.
Sin embargo, un positivo con marihuana provocó que el Comité Olímpico Internacional (COI) le retirara el oro. El rider se aferró “a una zona gris del reglamento” en su recurso, y le devolvieron la medalla porque el tetrahydrocannabinol (THC) no se encontraba dentro de la lista de sustancias prohibidas del COI. Ahora, sí. Aunque siempre negó el consumo, inició una defensa pública del cannabis y prácticamente asumió su error en 2013: “Me costó mi tiempo, pero debía ser honesto conmigo mismo”. ¿Por qué ese cambio de actitud? “Por interés”.
En enero fundó, junto a su socio Patrick Smyth, el negocio Ross’ Gold (El oro de Ross), una distribuidora de marihuana medicinal. “Aproveché el cambio normativo en Canadá... y mi popularidad tras el escándalo. Producimos cannabis con licencia para su uso terapéutico. Montamos una tienda online y la entregamos por correo”. La idea surgió después de leer un periódico: “Vi las legalizaciones de Colorado y de Washington, así que me animé”.
Rebagliati ha creado cuatro tipos distintos de marihuana: Ross Platinum, Gold, Silver y Bronze. La Platinum cuenta con los niveles más altos de THC (+20%). La Bronze, con apenas nada. Su oportunismo empresarial le ha llevado a fabricar también pipas de cristal, papel de liar o sprays. A sus 44 años, tanto éxito le ha conducido a reclamar más flexibilidad con el cannabis en materia antidopaje: “Se trata del mejor método contra el jet lag, eleva al máximo tu apetito, proporciona un sueño de calidad y es, posiblemente, uno de los antiinflamatorios más potentes”.