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DOLPHINS 20 - PATRIOTS 10

Miami y Tannehill le hace la pascua a New England

La brillante actuación del quarterback es clave en la derrota de los Patriots, que ya no dependen de si mismos para ser el primer cabeza de serie en la AFC.

Ryan Tannehill tuvo una brillante actuación con los Patriots.
Mike EhrmannAFP

En un partido en el que la mayor (y única) importancia del mismo era la ventaja campo y ser el primer cabeza de serie en la AFC durante todo el transcurso de los playoffs, los Miami Dolphins han ejercido a la perfección el papel de spoiler y ha derrotado a los Patriots de Tom Brady por 20-10.

Los numerosos y diversos problemas que ha arrastrado New England durante las últimas semanas se han puesto de manifiesto durante el encuentro celebrado en el Sun Life Stadium en el que la franquicia dirigida por Bill Belichick no ha mostrado la tracción necesaria en un equipo que aspira al premio definitivo: el trofeo Vince Lombardi que se entrega al ganador de la Superbowl.

Un majestuoso Ryan Tannehill, que lanzó para 350 yardas en 25 pases de 38 intentados y dos touchdowns lideró a un conjunto de los Dolphins que siempre tuvo la medicina necesaria para maniatar a unos Patriots que siguen buscando soluciones y parches de cara a los playoffs.

El inicio del partido siguió un guion muy parecido al de la derrota de New England ante los Jets, jugando de forma muy conservadora y probando a todo running back que se precie para lo que está por venir, ya sea Steven Jackson o Brandon Bolden con resultados muy desiguales. Y tan raro fue, que en la primera mitad para Tom Brady, la acabó con sólo cinco pases intentados, que supone la cifra más baja para la primera mitad de un partido en toda su carrera.

La conexión Tannehill-Parker funcionó cuando restaban segundos para completarse la primera mitad en un touchdown de 15 yardas, que venía a unirse a un tempranero field goal de Andrew Franks.

El pobre balance de los Patriots se limitaba a un field goal de Gostkowski durante el segundo cuarto.

La segunda mitad se iniciaba de forma explosiva por parte de Brady, que se resarcía con un pase de 68 yardas a White y que se veía coronado por una carrera del veterano Steven Jackson, que volvía a poner el 10-10 en el marcador.

Sin embargo, fue ahí donde los Dolphins empezaron a mover bien el balón, con pases profundos de Tannehill, que estuvo muy suelto y que completó su tercer encuentro consecutivo con más de 300 yardas contra los Pats. Incluso el juego de carrera de los de Miami estuvo eficiente y consiguió sacar petróleo a la defensa rival pese a no ser su mejor arma.

La explosividad de Parker puso en varios aprietos a la secundaria y acumuló un total 106 yardas en sólo cinco recepciones pero no estuvo solo. Greg Jennings, Jarvis Landry, Dion Sims y Damien Williams encontraron las cosquillas a unos defensive backs que han tenido mejores días.

Ni siquiera la magia habitual de New England, con prodigiosas reacciones sacadas de la chistera del combo Belichick-Brady hicieron acto de presencia en el Sun Life. Gronko y Amendola se vistieron para la ocasión pero su aportación fue escasa y tardía. Cuando el mejor tight end de la liga, coge su primera recepción cuando faltan menos de once minutos para acabar, es que no se ha visto muy involucrado en el juego, abierto en todo momento y evitando cualquier contacto no deseado.

El postrero field goal, que situó el definitivo 20-10, fue el golpe de gracia y la bandera blanca se sacó en cuanto Jimmy Garoppolo saltó al terreno de juego para obrar el milagro.

De esta manera, New England Patriots estará muy pendiente de ver lo que ocurre en el partido entre Broncos y Chargers, por si sonara la flauta de alguna manera y mantienen la ventaja campo en la AFC.

Sea como fuere, mucho trabajo tendrá por delante la organización defensora del título si quiere revalidarlo aunque, con el paso de los años, uno ha aprendido a no menospreciar a los New England Patriots. Nunca. Jamás.