Una imagen, una frase, de la semana 15 de la NFL
No recuerdo un mes de diciembre más insípido, con casi todos los buenos clasificados y la totalidad de los malos dejándose llevar y pensando en las vacaciones.
La Navidad siempre es agridulce en la NFL. Y además sucede como en España, que los regalos los traen los Reyes Magos en enero, y no Papa Noel en Nochebuena. Algunos los abren encantados, sabiendo que es una tarjeta dorada de invitación exclusiva a los playoffs, pero este año son demasiados los que saben desde hace semanas que este año no se han portado bien, y que les va a caer carbón no a puñados, sino a sacos. Es tremendo decirlo cuando tenemos por delante unos playoffs que prometen emociones muy fuertes, pero pasarse todo diciembre pensando ya en el próximo septiembre es patético… Y que las dos últimas semanas de temporada regular tengan tan pocos partidos relevantes tampoco ayuda.
Rams 31 - Buccaneers 23
Case Keenum consiguió que me pasara casi todo el partido frotándome los ojos y está dándole la razón a Jeff Fisher (ahora nos preguntamos todos por qué no apostó por él antes). Sin embargo, los Rams son otra cosa no cuando funciona su quarterback, sino cuando su defensa está al completo. Lo malo es que en St. Louis casi nadie se enteró de todo esto, porque el equipo ya no le importa a nadie. El estadio estaba prácticamente vacío.
Cowboys 16 – Jets 19
Ya sé que es lo de menos, y que con un equipo peleando por entrar en playoff en liza me voy a quedar con un detalle sin demasiada importancia, pero que Cassell consiguiera que le interceptaran un intentional grounding me parece épico, casi mítico. El quarterback entra en la lista legendaria de las jugadas más ridículas de la historia. Como recordaréis, el último en hacerlo había sido Mark Sanchez hace un par de años.
Ravens 14 – Chiefs 34
Si un equipo se juega un engaño en un punt en su propia yarda 17 cuando no ha terminado ni el primer cuarto, es que está pero que muy desesperado… O que se siente muy inferior a unos Chiefs que, increíblemente, y pese a llevar ocho victorias consecutivas, siguen bajo el radar sin que nadie termine de creérselos.
Colts 10 – Texans 16
Que los Texans consigan ganar por primera vez en Indianapolis desde el invento de la rueda, y que lo hicieran con Weeden como quarterback, quizá signifique que los de Houston han mejorado tanto que pueden sobreponerse a las plagas de Egipto,… o tal vez se explique porque los Colts apesten tanto que sean una plaga en sí mismos. Que como dice JJ Watt: “hemos tenido unos cuarenta y cinco quarterbacks en dos años”.
Jaguars 17 – Falcons 23
Antes o después tenía que aparecer un equipo tan triste que convirtiera en buenos a los Falcons. Y mira que me temía que serían estos Jaguars malditos. Sufrieron la mordedura de un zombie que ya había destruido su temporada y se convirtieron en muertos vivientes que estropearon la suya cuando más fácil lo tenían.
Vikings 38 – Bears 17
Llevamos todo el año perdonando a los Bears, pero ha llegado el momento de decir que han sido insípidos, irrelevantes, y no sé si eso es un paso adelante o atrás. Pero lo importante fue el partidazo de Bridgewater… y el susto que nos dio Adran Peterson, que volvió para aliviarnos cuando en el primer cuarto todos pensábamos que se podía haber roto para toda la temporada.
Patriots 33 – Titans 16
El partido fue poco más que un entrenamiento, en el que los Patriots probaron a los corredores que tienen en la plantilla. Belichick no debió quedar muy convencido con lo que vio, al menos en las carreras interiores. Al día siguiente fichó a Steven Jackson.
Giants 35 – Panthers 38
Las cafradas de Odell Beckham, y la casi remontada de unos Giants necesitados de viagra y convertidos en los reyes del interruptus, tal vez hayan impedido que viéramos lo más importante del partido: estos Panthers son mucho menos cuando Jonathan Stewart no está en el campo.
Redskins 35 – Bills 25
Dani Hidalgo me ha suplicado que ni mente a la bicha, así que mejor me centro en unos Bills que cada vez se parecen más a esa casa de locos en que acaban convirtiéndose todos los equipos de Tyranosaurus Rex.
Raiders 20 – Packers 30
¿Qué le pasa a Rodgers? Dicen que tiene un desgarro en el hombro de lanzar y eso es lo que está provocando que los Packers sean un equipo desangelado en ataque desde hace ya más de un mes. Sin embargo, creo que la gestión de esa posible lesión ha sido desastrosa. Quizá con dos o tres semanas de descanso podrían haber tenido a su quarterback a pleno rendimiento en postemporada, y ahora el problema ya tiene muy difícil arreglo.
Seahawks 30 – Browns 13
Nos temíamos que la lesión de Thomas Rawls podría colapsar el ataque terrestre de los Seahawks y comprometer sus aspiraciones en postemporada. 182 yardas totales de carrera, con Christine Michael jugando como si nunca se hubiera marchado de Seattle, confirman que todo es mentira y que este equipo se ha convertido en la repera limonera cuando de verdad importa.
Steelers 34 – Broncos 27
Si me preguntan una razón por la que veo football americano en 2015, no tengo ninguna duda sobre la respuesta: porque cada domingo puedo sentarme a ver jugar a Antonio Brown mientras me retuerzo en el sillón y me entran carcajadas nerviosas al ver su superioridad insultante. Ahora, los Broncos están entre la espada y la pared, dependiendo de la deportividad de los Patriots y de su competencia ante los Bengals. El tortazo final de Kubiak puede ser histórico.
Chargers 30 – Dolphins 14
Lo más interesante del partido fue ver cómo los Dolphins se jugaban cuartos downs en los últimos minutos, intentando chafar la fiesta de despedida de Rivers, Antonio Gates y Malcom Floyd, en la que seguramente se convertirá en la última actuación de los Chargers en el viejo Qualcomm. Un día triste para todos. Y si no, que se lo pregunten a los patéticos Dolphins.
49ers 14 – Bengals 24
Al final va a ser que una buena ración de macarrones no tiene por qué ser tan indigesta para los Bengals, si además Andy Dalton se recupera satisfactoriamente y a tiempo. Pero aunque parezca lo contrario, el partido tampoco fue malo para los Niners, que ya deben tener clarísimo que el insípido Gabbert no tiene un muletazo más y hay que devolverlo a los corrales.
Eagles 17 – Cardinals 40
¡Maldita mala suerte! Los Cardinals de 2014 perdieron a Palmer en el peor momento para que su ataque se convirtiera en un mal chiste en enero. Los Cardinals de 2015 han perdido a Tyrann Mathieu en una intercepción a falta de dos minutos cuando el partido estaba completamente decidido. Y lo más curioso es que el encuentro ni siquiera tenía por qué haberse disputado. A los Eagles les daba más o menos igual ganarlo que perderlo, porque donde se la juegan de verdad es en las dos últimas semanas.
Saints 27 – Lions 35
Otro partido irrelevante en Monday Night. Con unos Lions que han tardado demasiado en jugar a un nivel aceptable, y unos Saints que rozaron la remontada, pero que semana tras semana demuestran que nunca llegaron a tener claro a lo que aspiraban exactamente en 2015.