Odell Beckham Jr. suspendido un partido por su agresión
El criminal golpe casco contra casco que le propinó a Josh Norman, con el que mantuvo una terrible pelea todo el partido, le ha costado la sanción.
Odell Beckahm Jnr., el excepcional receptor de los New York Giants, ha sido sancionado por la NFL con un partido sin jugar, y sin cobrar, debido a su actuación en el partido de ayer que enfrentó a su equipo con los Carolina Panthers. A tenor de lo que vimos, la verdad es que la sanción se antoja escasa.
Porque el partido fue muy caliente, en general. Los Giants se jugaban seguir vivos en la pelea por los playoffs y los Panthers no ceder en la posibilidad de completar una temporada perfecta. Un duelo individual que se llevaba toda la atención antes de comenzar el encuentro era el del propio Beckham contra Josh Norman. El cornerback de Carolina está siendo una de las sensaciones de la temporada y justo candidato a jugador defensivo del año.
Ninguno de los dos quiso quitar la cara ante tal reto y lo que pasó es que les fue de las manos y acabaron a bofetadas. Las jugada ilegales, los forcejeos, empujones, incluso puñetazos, les acompañaron toda la tarde. Pero Beckham se propasó con uno de los golpes más brutales, por injustificado, que se recuerdan en la liga.
Con la liga metida de lleno en un lavado de imagen, y una preocupación creciente, acerca de las conmociones cerebrales y los golpes casco contra casco, la agresión del receptor cobra aún más relevancia.
El argumento oficial de la NFL para la suspensión es la repetición en las faltas personales, pero parece obvio que la imagen de un tipo lanzándose quince yardas a máxima velocidad para golpear en la cabeza de un rival con su propio casco es algo repugnante sobre lo que no les ha quedado más remedio que actuar de oficio.
Los Giants se juegan los playoffs en las próximas dos semanas. Han de ganar sus partidos y esperar que los Redskins pierdan los suyos, pero lo tendrán más difícil con la ausencia de su jugador de ataque más explosivo y espectacular. Pero esa ausencia no puede ser más merecida.