Sufrido título del Barcelona ante un Naturhouse indomable

La adrenalina le sirvió al Naturhouse medio partido (18-18), lo justo para dominar, para plantar cara al Barcelona, para tutearle al campeón. Pero una hora de juego es demasiado, y al final el cansancio pasó factura ante un rival entero, y aunque el equipo de Logroño tiro de casta, ganó el Barcelona, se llevó la Copa Asobal, y alcanza las 101 victorias seguidas en las competiciones nacionales. Por lo menos, los aficionados vieron un encuentro competido en la primera final de los riojanos. Y eso es de agradecer.

El último encuentro de Malmagro con el Naturhouse era muy importante para el catalán, que lideró a su equipos, con cuatro goles seguidos de entrada (8 en total), para impulsar unas inyecciones de moral enormes para sus compañeros, que sabían que no podían gastar energías, que había que correr cuando se pudiese rentabilizar.

Con 10-15 en el marcador, parecía posible. Pero la exclusión de Garabaya comenzó a erosionar la ventaja riojana. Y la entrada de Lazarov multiplicó el nivel ofensivo del Barcelona, al que luego se unirían Jallouz y Víctor Tomás. Fue el momento del partido, no tenía cambios Gomzález, todo el choque con ocho jugadores, dos relevos, siempre la misma estrategia (economizar esfuerzos), el mismo central, dos pivotes para dar descanso a Carlos Molina. La gestión de recursos del Naturhorse fue un acierto, pero si de entrada y hombre por hombre es superior el Barcelona, como bloque, un equipo completo era normal que derribase a otro que se sostenía gracias al amor propio, y que el 35-31 era una derrota real, pero un triunfo moral ante un Barça que alababa, después, el comportamiento del rival.