Alejandra Salazar es la mejor jugadora de pádel de 2015
Tras una votación llevada a cabo en PadelSpain, los mejores de 2015 son Alejandra Salazar y Pablo Lima, que recibirán los World Padel Awards 2015.
En el pádel se juega por parejas, sumando esfuerzos. Pero las individualidades son las que quedan marcadas en la memoria del aficionado. Y para ellos, tras una votación llevada a cabo en el medio especializado PadelSpain, los mejores de 2015 son Alejandra Salazar y Pablo Lima, que recibirán los World Padel Awards 2015, los Oscar de su deporte.
El premio a la madrileña, que forma dupla con la extenista Marta Marrero con la que hoy (10:00, IFEMA) jugará la primera semifinal de Master Final del World Padel Tour frente a Elisabeth Amatriain y Patricia Llaguno, es aún más meritorio.
Gemelas. Las gemelas Sánchez Alayeto, Majo y Mapi, han ganado siete pruebas, pero la elegida ha sido Salazar. “Es un orgullo. Quizá este año he tenido más golpes destacados”, explica.
Alejandra, que cumple 30 años el día 31, ha alzado junto con la canaria los títulos de San Fernando y el último de Valencia y quiere cerrar la campaña como maestra, un torneo que ya logró en 2009 y 2013. También ha conseguido su séptimo Campeonato de España. Lleva 20 años jugando, y le ha dado tiempo a acabar los estudios financieros de CUNEF y un máster en gestión deportiva.
“Cada vez hay más sintonía con Marta, que ha evolucionado un montón. Lo que ha vivido en el tenis le ayuda. Este año hemos jugado partidos de tres horas y ya dominamos los momentos de tensión”, explica.
En 2013, una miocarditis dio un susto a Salazar, que pasó dos días en la UCI. “Está olvidado. Fue por un virus que provoca inflamación de corazón, pero afortunadamente no quedaron secuelas”, se alegra. Como se alegraría de estar en la final —las gemelas Alayeto juegan a las 12:00 la otra semifinal contra Navarro-Reiter— y de que el World Padel Tour “siguiera creciendo en torneos y premios”. También en igualdad. Ahora, por ganar una prueba cada jugador se embolsa unos 7.000 euros por 1.600 ellas, que tienen difícil vivir sólo del pádel.