NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

AS HISTORIA

Emil Zatopek, la locomotora humana

Emil Zatopek nació en Koprivnice, República Checa. A los 16 años, ingresó en la escuela profesional como aprendiz en la fábrica de zapatillas Bata de Zlin. Comenzó a practicar atletismo, cuando la empresa organizó una carrera en la que debían participar todos los estudiantes de la escuela profesional. Corrió a regañadientes y acabó segundo, lo que le motivó para seguir corriendo.
Logró su primera plusmarca en 1944 y acumuló ocho campeonatos nacionales en 5000 y 10000 metros, y en 1945 decició ingresar en el Ejército checoslovaco. Su salto al primer plano del atletismo internacional fue en el Europeo de 1946 en Oslo, donde fue quinto en los 5.000 metros.
En sus primeros Juegos Olímpicos (Londres 1948) fue batido en los 5.000 metros por el belga Reiff por sólo dos décimas. Pero, se sacó la espina con la medalla de oro en 10.000 metros con un nuevo récord olímpico (29:59.6), batiendo en 48 segundos al francés Alain Mimoun, su eterno rival y amigo. Un espectacular resultado que dejó con la boca abierta al público del estadio, ya que no se había visto nunca una superioridad tan abrumadora en una prueba tan larga.
Tras los Juegos de Londres, la figura de Zatopek se fue haciendo cada vez más grande, y antes de afrontar sus segundos Juegos Olimpicos, los de Helsinki en 1952. En 1950 en el Campeonato de Europa de Bruselas, se impuso en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros, y fue capaz de batir en cinco ocasiones el récord mundial de los 10.000 metros, una vez el de las diez millas, dos el de los 20 kilómetros, otras dos el de la hora y una el de los 30 kilómetros.
En los Juegos de Helsinki 1952 se superó a sí mismo. Primero ganó los 5.000. por apenas un segundo sobre Alain Mimoun y estableciendo un nuevo récord del mundo (14:06.6) en una de las conocidas como ‘carrera del siglo’. Instante de la carrera con Zatopek en primer lugar, Alain Mimoun segundo, y Herbert Schade tercero. Así sería el podio de la prueba.
En los Juegos de Helsinki 1952 se superó a sí mismo. Primero ganó los 5.000. por apenas un segundo sobre Alain Mimoun y estableciendo un nuevo récord del mundo (14:06.6) en una de las conocidas como ‘carrera del siglo’. Instante de la carrera con Zatopek en primer lugar, Alain Mimoun segundo, y Herbert Schade tercero. Así sería el podio de la prueba. En la imagen recibe la felicitación del francés Mimoun, rivales y amigos.
Más tarde revalidó el título de los 10.000 con 15 segundos de ventaja sobre Alain Mimoun, el mismo rival que en los 5.000m y consiguió otro récord mundial (29:17.0). Igualaba la proeza de Kolehmainen, el único atleta que hasta la fecha había logrado imponerse en ambas pruebas en 1912. Emil no se quiso quedar ahí. Prefirió agrandar su leyenda corriendo la maratón. Y lo ganó con récord olímpico (2h23:03), a pesar de correrla por primera vez. Este triplete (5.000, 10.000 y maratón) no ha vuelto a ser igualado por nadie.
De la maratón llegó a decir que era “una carrera muy aburrida”. Pese a ello, repitió cuatro años después en los Juegos de Melbourne 1956, pero con 34 años y una hernia le impidieron lograr otro éxito. Acabó sexto, viendo como Mimoun sí ganaba esta vez y lo felicitó con alegría. Dos años después, en 1958, se despedía del atletismo en nuestro país, en el Cross Internacional de Lasarte.
La forma de correr de Emil Zatopek nunca fue muy ortodoxa, parecía que en cualquier momento se iba a desplomar del esfuerzo. Bajo ese estilo agónico se escondía una máquina de devorar kilómetros, que le valió para conseguir el triple éxito más asombroso de la historia del atletismo y de los Juegos Olímpicos: cuatro oros olímpicos, una plata, 28 récords mundiales batidos en nueve especialidades distintas y seis años invicto. Por todo ello se le conoce como ‘'la locomotora humana'’.
En 1948 se casó con Dana Zátopková, lanzadora de jabalina. Ambos nacieron el mismo día, el 19 de septiembre de 1922. Dana ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, tan solo una hora después de que su marido ganara la carrera de 5000 metros. Dana también ganó una medalla de plata en los siguientes Juegos en Roma 1960. A nivel europeo, obtuvo sus dos victorias en el Campeonato de Europa de atletismo de 1954 y 1958, este último año consiguió la plusmarca mundial de lanzamiento de jabalina con 55,73m.
Sus éxitos le hicieron pasar de ser un simple soldado del ejército checoslovaco a coronel. Era y es considerado por su pueblo como un héroe nacional. Sin embargo, cayó en la miseria cuando en 1968 apoyó al político Alexander Dubcek ante la invasión soviética, siendo degradado hasta acabar de barrendero para poder sobrevivir. Las presiones de sus compatriotas, que seguían adorándole, acabaron dando sus frutos y en 1975, se le devolvió parte de su reconocimiento, del que pudo disfrutar hasta su muerte el 22 de noviembre de 2000 a consecuencia de un derrame cerebral.
1 / 11

Emil Zatopek, la locomotora humana

Emil Zatopek nació en Koprivnice, República Checa. A los 16 años, ingresó en la escuela profesional como aprendiz en la fábrica de zapatillas Bata de Zlin. Comenzó a practicar atletismo, cuando la empresa organizó una carrera en la que debían participar todos los estudiantes de la escuela profesional. Corrió a regañadientes y acabó segundo, lo que le motivó para seguir corriendo.

Emil Zatopek, la locomotora humana

Logró su primera plusmarca en 1944 y acumuló ocho campeonatos nacionales en 5000 y 10000 metros, y en 1945 decició ingresar en el Ejército checoslovaco. Su salto al primer plano del atletismo internacional fue en el Europeo de 1946 en Oslo, donde fue quinto en los 5.000 metros.

Emil Zatopek, la locomotora humana

En sus primeros Juegos Olímpicos (Londres 1948) fue batido en los 5.000 metros por el belga Reiff por sólo dos décimas. Pero, se sacó la espina con la medalla de oro en 10.000 metros con un nuevo récord olímpico (29:59.6), batiendo en 48 segundos al francés Alain Mimoun, su eterno rival y amigo. Un espectacular resultado que dejó con la boca abierta al público del estadio, ya que no se había visto nunca una superioridad tan abrumadora en una prueba tan larga.

Foto:CPAREUTERS

Emil Zatopek, la locomotora humana

Tras los Juegos de Londres, la figura de Zatopek se fue haciendo cada vez más grande, y antes de afrontar sus segundos Juegos Olimpicos, los de Helsinki en 1952. En 1950 en el Campeonato de Europa de Bruselas, se impuso en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros, y fue capaz de batir en cinco ocasiones el récord mundial de los 10.000 metros, una vez el de las diez millas, dos el de los 20 kilómetros, otras dos el de la hora y una el de los 30 kilómetros.

Emil Zatopek, la locomotora humana

En los Juegos de Helsinki 1952 se superó a sí mismo. Primero ganó los 5.000. por apenas un segundo sobre Alain Mimoun y estableciendo un nuevo récord del mundo (14:06.6) en una de las conocidas como ‘carrera del siglo’. Instante de la carrera con Zatopek en primer lugar, Alain Mimoun segundo, y Herbert Schade tercero. Así sería el podio de la prueba.

Foto:Hulton ArchiveGetty Images

Emil Zatopek, la locomotora humana

En los Juegos de Helsinki 1952 se superó a sí mismo. Primero ganó los 5.000. por apenas un segundo sobre Alain Mimoun y estableciendo un nuevo récord del mundo (14:06.6) en una de las conocidas como ‘carrera del siglo’. Instante de la carrera con Zatopek en primer lugar, Alain Mimoun segundo, y Herbert Schade tercero. Así sería el podio de la prueba. En la imagen recibe la felicitación del francés Mimoun, rivales y amigos.

Foto:-EPA

Emil Zatopek, la locomotora humana

Más tarde revalidó el título de los 10.000 con 15 segundos de ventaja sobre Alain Mimoun, el mismo rival que en los 5.000m y consiguió otro récord mundial (29:17.0). Igualaba la proeza de Kolehmainen, el único atleta que hasta la fecha había logrado imponerse en ambas pruebas en 1912. Emil no se quiso quedar ahí. Prefirió agrandar su leyenda corriendo la maratón. Y lo ganó con récord olímpico (2h23:03), a pesar de correrla por primera vez. Este triplete (5.000, 10.000 y maratón) no ha vuelto a ser igualado por nadie.

Foto:Central PressGetty Images

Emil Zatopek, la locomotora humana

De la maratón llegó a decir que era “una carrera muy aburrida”. Pese a ello, repitió cuatro años después en los Juegos de Melbourne 1956, pero con 34 años y una hernia le impidieron lograr otro éxito. Acabó sexto, viendo como Mimoun sí ganaba esta vez y lo felicitó con alegría. Dos años después, en 1958, se despedía del atletismo en nuestro país, en el Cross Internacional de Lasarte.

Emil Zatopek, la locomotora humana

La forma de correr de Emil Zatopek nunca fue muy ortodoxa, parecía que en cualquier momento se iba a desplomar del esfuerzo. Bajo ese estilo agónico se escondía una máquina de devorar kilómetros, que le valió para conseguir el triple éxito más asombroso de la historia del atletismo y de los Juegos Olímpicos: cuatro oros olímpicos, una plata, 28 récords mundiales batidos en nueve especialidades distintas y seis años invicto. Por todo ello se le conoce como ‘'la locomotora humana'’.

Emil Zatopek, la locomotora humana

En 1948 se casó con Dana Zátopková, lanzadora de jabalina. Ambos nacieron el mismo día, el 19 de septiembre de 1922. Dana ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, tan solo una hora después de que su marido ganara la carrera de 5000 metros. Dana también ganó una medalla de plata en los siguientes Juegos en Roma 1960. A nivel europeo, obtuvo sus dos victorias en el Campeonato de Europa de atletismo de 1954 y 1958, este último año consiguió la plusmarca mundial de lanzamiento de jabalina con 55,73m.

Foto:MICHAL DOLEZALEPA

Emil Zatopek, la locomotora humana

Sus éxitos le hicieron pasar de ser un simple soldado del ejército checoslovaco a coronel. Era y es considerado por su pueblo como un héroe nacional. Sin embargo, cayó en la miseria cuando en 1968 apoyó al político Alexander Dubcek ante la invasión soviética, siendo degradado hasta acabar de barrendero para poder sobrevivir. Las presiones de sus compatriotas, que seguían adorándole, acabaron dando sus frutos y en 1975, se le devolvió parte de su reconocimiento, del que pudo disfrutar hasta su muerte el 22 de noviembre de 2000 a consecuencia de un derrame cerebral.

Foto:STRREUTERS