Miguel Montero: "En diez años no se va a necesitar ni manager"
El catcher venezolano de los Chicago Cubs habló en exclusiva con MLB AS y nos dejó sus impresiones sobre distintos temas que rodean al béisbol.
Pregunta: ¿Qué tal, Miguel? ¿Cómo estás?
Respuesta: Muy bien, gracias.
P: Usted fue firmado por Arizona en 2001 con 17 años, ¿qué supone para un chaval tan joven abandonar su tierra, su país y su familia para viajar a Estados Unidos para enrolarse en una organización de Grandes Ligas?
R: Obviamente fue difícil, dejar a la familia a la edad de 16 años. Pero nada, todo es seguir tu sueño. Hay que sacrificarse para llegar a donde quieres llegar. Muchas de estas personas se quedan en el camino y es difícil. Mis padres me ayudaron mucho y yo creo que esa fue la clave.
P: Usted va escalando en los diferentes niveles de la organización de Arizona y llega el año 2006, en el cuál, contra Florida Marlins, debuta en las Grandes Ligas. ¿Qué supone o recuerda de ese día?
R: Ese día fue especial porque obviamente fue mi debut y, al mismo tiempo, el lanzador de los Marlins, que fue otro venezolano muy buen amigo mío logró tirar el no-hit no-run a nuestro equipo. Es algo que sería imposible olvidar. Para uno fue emocionante y para otro fue triste. En mi caso hubo emociones diferentes porque estaba triste por no haber dado hit, pero estaba contento por mi amigo.
P: Aníbal Sánchez, ¿verdad?
R: Sí, exacto, fue Aníbal Sánchez.
P: En su carrera con Arizona, usted es dos veces All-Star, ¿qué significa para Miguel Montero tener el reconocimiento de los fanáticos, compañeros, prensa e ir al Juego de Estrellas en Grandes Ligas?
R: Toda la dedicación que uno le pone todos los días, que otras personas te lo reconozcan llevándote al Juego de Estrellas es un privilegio. Es algo que todos los peloteros quisieran vivir en algún momento de su carrera. Otra meta alcanzada. Mucha emoción.
P: Usted llega en 2015 a Chicago, arranca la temporada y las proyecciones según los expertos, no era estar tan arriba. Se pronosticaba una buena temporada, pero de repente, Chicago Cubs empieza a ganar juegos. La cifra total son 97 juegos ganados en la temporada. ¿Cómo vivió el grupo tener tantas victorias y, pese a que teníais la vía del comodín como salvavidas para entrar a playoff, no llegar a pelear la división? Con 97 victorias no es normal no pelear la división.
R. Cuando un equipo gana de 95 juegos en adelante, se podría decir que es campeón de la división, pero en nuestro caso no fue así. Fue diferente. Obviamente, los Cardenales de St Louis jugaron mejor que nosotros. Ganaron 100 juegos. Nadie esperaba una división tan fuerte, pero al final le ganamos a los Piratas y los Cardenales un poco más tarde. Fue una temporada mágica. Nadie esperaba que nosotros íbamos a ganar tantos juegos.
P: ¿Cómo se vivió ese juego de comodín a vida o muerte que usted comenta en Pittsburgh contra los Piratas y seguidamente la serie contra St Louis? Además, a los Cubs se le pone en contra porque St Louis empieza ganando esa serie y luego lográis remontar. Supongo que con mucha euforia en el equipo.
R: Cuando entras en este tipo de escenario no quieres perder el primer juego, te pones contra la pared y no es lo ideal. Una vez que empatamos la serie nos fuimos más confiados por el simple hecho de llegar a casa y allí, jugar mucho más cómodos. Y así fue.
P: Tras una gran temporada, queda la sensación agridulce por la Serie de Campeonato contra NY Mets, donde desgraciadamente no salen las cosas tan bien para Chicago. ¿Cómo vivió eso el grupo?
R: Esa fue una serie bastante atípica, el equipo de los Mets venía jugando un buen beisbol. Yo creo que la clave de los Mets fue el pitcheo. Tienen pitchers con muy buen brazo y el empezar la serie en NY...esa serie nos agarró un poco fríos. No quiero poner el clima como factor fundamental, pero la realidad es que jugaron mejor beisbol que nosotros. Hicieron mejor las cosas. Nosotros tuvimos nuestras oportunidades, pero no las aprovechamos. Esa fue la diferencia. Merecieron estar en la Serie Mundial.
P: Llama la atención en un equipo que venía de tres temporadas muy negativas, ¿qué importante llegó a ser Joe Maddon a la hora de cambiar esa dinámica? ¿Qué secretos tiene Joe Maddon para que tenga tanto prestigio en el mundo del beisbol?
R: Yo creo que todos aportaron un poquito: tanto Maddon, como los entrenadores del staff, como los jugadores para llegar donde llegamos.
P: Dentro del colectivo, la organización de los Cubs se apoya mucho en sus jóvenes promesas, ¿cómo son Kris Bryant o Addison Russell?
R: Los Cubs perdieron muchos juegos y, por tanto, tuvieron la oportunidad de construir otra vez desde abajo. Varios años tuvieron las primeras opciones del draft y eso significa que va a seleccionar a los mejores jugadores disponibles en ese momento. La verdad es que seleccionaron muy buenos peloteros y ayudados por un par de cambios lograron crear esta temporada un gran equipo. Yo creo que hay que darle mucho crédito a los scouts, han sido los que han visto a estos muchachos jóvenes y los han traído al equipo. Son las personas que se deberían llevar el mayor crédito.
P: Miguel, es bien sabido que en béisbol, desde la revolución Moneyball, hay un boom mediático sobre la estadística avanzada en el juego. Sin embargo, esto parece pasar algo más de lado y llegan cosas todavía más técnicas. En el caso de los receptores, se mira últimamente y se entregan grandes contratos a agentes libres y se hacen cambios basados en cuanto al mascoteo, a la hora de maquillar esa bola que el cátcher logra que se cante strike. En los rankings que miramos siempre en las páginas especializadas Miguel Montero aparece en los primeros puestos: Top 5 o Top3, ¿cuál es el secreto de ese arte? Aunque imagino que necesitarás un balance, para que el umpire no se te tire encima sabiendo que le estás intentando 'engañar'.
R: Es algo natural, hay un dicho que dice que los venezolanos tienen buenas manos para fildear las pelotas. Y de lo otro, creo que es algo irrelevante. Uno como cátcher no trata de engañar a los umpire, yo no trato de engañar a los umpire. Ellos saben que yo no intento engañarles. Simplemente agarro la pelota más suave que los demás y le puedo dar mejor visión al umpire. Si te pones a ver los pitcheos que ellos llaman strike cuando yo soy el receptor, no son pitcheos fuera de la zona de strike. Y si son fuera de la zona de strike, es mínimo. Son pitcheos que relativamente tienen que ser strikes. Son pitcheos que antiguamente se han llamado strikes a ese pitcheo por muchos años. Y, ahora, con todas estas cosas computarizadas que tenemos están tratando de cambiar un poco la manera de jugar el beisbol o de pensar como se juega al beisbol. Ahora ya todo son números, si te pones a ver, poco a poco tenemos menos personas trabajando para una organización que hayan jugado beisbol. Las personas que trabajan no han jugado el deporte, simplemente han ido a universidades buenas y han estudiado. Se graduaron con buenos honores y lo que saben es ver una computadora. Poner números y sacar cuentas. Y nada: éste es bueno y éste es malo. Simplemente viendo números y sin ver qué tipo de swing o qué brazo tiene. En diez años el beisbol no va a necesitar ni manager. Tienen que poner una computadora en el dugout y listo.
P: Miguel, quería comentar también contigo una situación que se dio este año en Chicago y es poco habitual. Al principio de temporada: Miguel Montero, David Ross y Wellington Castillo eran los receptores en el roster. Tres receptores. Más tarde, Castillo fue cambiado y subió Schwarber, que también es receptor. ¿Cómo es esta situación nada habitual de tener tres receptores en el roster? Es una competencia a la que ustedes solo están habituados a estar dos.
R: Es una situación que ellos (Chicago Cubs) no sé como lo verán. No sé qué piensan de esa situación. Para mí, es algo que la producción de los receptores no van a lograr. No van a llegar a tener a ninguno de los receptores en óptimas condiciones para que pueda aportar al equipo. ¿Por qué digo óptimas opciones? Uno necesita agarrar un timing, uno necesita ver pitcheos todos los días. Cuando tienes tres receptores y los estás turnando de la manera que los estás turnando, no lo vas a dejar calentar. No tienes una rutina y el beisbol es timing, es precisión. Y si no ves pitcheos todos los días eso se pierde muy rápido. Si te pones a ver como se estaba desarrollando la temporada, ninguno de los tres habíamos producido nada. Es imposible que produjéramos nada. Por eso es como te dije: poner una computadora. ¿Para qué poner un manager? No va a hacer falta.
P: Miguel, todos los deportistas tienen un referente, ¿cuál ha sido el referente de Miguel Montero?
R: Todos los venezolanos para mí han sido referentes, los seguía y los veía. Omar Vizquel fue uno de ellos. Ha sido el número uno de todos los tiempos para Venezuela porque ha sido un ejemplo para todos los venezolanos. Siempre jugó un beisbol duro. Omar Vizquel y Andrés Galarraga.
P: En la actualidad, ¿cuál es el que miras y te fijas?
R: Miguel Cabrera da gusto verle batear. Es el mejor bateador de las Grandes Ligas. Y el resto, Carlos González cuando está sano da gusto verle jugar.
P. Recientemente, como todos sabemos, KC Royals ganó el anillo y un compañero tuyo de posición como Salvador Pérez fue MVP de la Serie Mundial. No sé si tienes relación con él, ¿qué significa para Venezuela que él sea el MVP de la Serie Mundial?
R: Nos enorgullece. Deja claro que el talento venezolano está creciendo y hace que los scout se enfoquen en mirar más el talento venezolano.
P: Para terminar, una curiosidad: la gente sabe que cuando el equipo juega en casa, cada pelotero selecciona una canción para ir a la caja de bateo. En los Cubs era muy famoso Starlin Castro, que animaba mucho a la grada. Y para los que seguimos de cerca al equipo, como es mi caso, como simpatizante de la organización, me llamó mucho la atención que usted iba a la caja de bateo durante todo el año con una canción de Enrique Iglesias. No sabemos muy bien esta relación con España, ¿qué significa?
R: Es una canción que pegó bastante a nivel mundial y era alegre. Uno siempre busca una canción que motive y anime a la fanaticada también. Se busca algo que no sea aburrido. Tratar de animar, simplemente.
P: Miguel, para mí ha sido un auténtico placer. Te agradezco el tiempo, esperemos volver a hablar en un futuro. Que descanses y que venga una buena temporada para 2016 con los Chicago Cubs.
R: Muchas gracias, Andrés.
Agradecimientos a Miguel Montero, Jordi Vallès, Juan Carlos Cerdà y Alberto Zaragoza.