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PRESENTE DE UN HISTÓRICO

¿Nos han cambiado a nuestros New York Yankees en la MLB?

El equipo neoyorquino, activo en la agencia libre en el pasado, muestra una actitud calculada que tiene desconcertados a sus seguidores.

El Yankee Stadium siempre espera ver un equipo imponente en sus New York Yankees.
Al BelloGetty Images

Jordan Zimmerman ficha con Detroit Tigers por 5 años y 110 millones de dólares. David Price se une a los Boston Red Sox por 7 años y 217 millones de dólares. Zack Greinke acuerda un contrato por seis temporadas y 206 millones de dólares para lanzar con Arizona Diamondbacks.

¿Y nuestros queridos New York Yankees? ¿Qué les pasa? ¿Están tristes y cariacontecidos?

La enorme afición de los bombarderos del Bronx mira con incredulidad como todo agente libre que se precie (hasta el momento) firma por unas cantidades de dinero realmente importantes pero ninguno de ellos lo hace con los neoyorquinos.

Pero que nadie se engañe. Todo esto se ajusta un plan meticuloso por parte de la gerencia de cara a rejuvenecer la plantilla, aligerar los salarios de los veteranos en declive y volver a ser campeones del mundo más pronto que tarde.

La cuadratura del círculo, vamos.

Nuestros New York Yankees versión 2015-2016 es un animal distinto, uno con el que no estamos familiarizados desde hace tiempos inmemoriales, quizás malacostumbrados por los constantes esfuerzos económicos de un equipo que siempre ha caminado por el alambre cual funambulista y que ha intentado seguir siendo competitivos al mismo tiempo que lanzaba ingentes cantidades de dinero, un monstruo que finalmente les está pasando factura.

Ahhh… ¿Dónde están los añorados tiempos del Boss, el fallecido George Steinbrenner, que no Bruce Springsteen?

Robinson Canó, durante su etapa en el Bronx.
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Robinson Canó, durante su etapa en el Bronx.Jason MillerGetty Images

Las circunstancias que rodean el luxury tax, ese impuesto de lujo que penaliza a cada equipo que supera la marca de los 189 millones de dólares y que lo hace con mayor intensidad por cada año que lo superas de forma continua, es la madre del cordero para los del Bronx, sancionados con un 50% extra por cada dólar que supere esa cifra. Para los New York Yankees, si la ficha de David Price estuviera en su poder, serían penalizados con 15.5 millones (sobre los 31 de salario para el 2016) que irían a parar al pool comunitario con el que se compensa a los equipos menos poderosos.

Ese loable objetivo fue la clave por la que los Yankees no renovaron a Robinson Canó, aparte del hecho de los años extra de contrato, pero ese objetivo saltó por los aires cuando los Yankees empezaron a calentarse e invirtieron bastante más de 200 millones de dólares para compensar su baja con Jacoby Ellsbury, Brian McCann o Masahiro Tanaka de cara a la campaña 2014.

Con un excelente grupo de lanzadores titulares que fortalecerían un área en la que los Yankees arrojan muchas más sombras que luces, esa actitud inamovible del club les obliga a buscar vías más económicas como los traspasos en lugar de zambullirse en la agencia libre para no volver a cometer los pecados del pasado.

Y todo ello renunciando a traspasar a algunas de las joyas de la corona de un sistema granja del club que, por primera vez en demasiado tiempo, empieza a dar jugadores válidos para el equipo grande como son Luis Severino, Greg Bird o en un futuro, Aaron Judge.

A día de hoy, los New York Yankees ya tienen comprometidos 182 millones para 2016 y once jugadores en nómina, nueve de los cuales cobran como mínimo trece millones hasta el máximo de 25 que tendrá en su haber C.C. Sabathia.

La paciencia, un rasgo poco habitual en la Gran Manzana cuando se habla de los Yankees y más todavía cuando se habla de la familia Steinbrenner, liderada ya por Hal y Hank, tendrá que ser una virtud puesto que los Yankees buscan que se vayan cumpliendo los contratos (Teixeira y Beltrán acaban en 2016 mientras que Alex Rodríguez y C.C. Sabathia lo harán en 2017), unos que suponen un buen mordisco al presupuesto de cara a ganar la flexibilidad necesaria con la que los Yankees volverán a ser un miembro activo de la agencia libre.

Pero ahora que la reunión de los GM en Nashville se atisba en el horizonte, nunca se sabe y menos con los New York Yankees.