El FC Barcelona Lassa ha sido derrotado esta tarde en el Palau Blaugrana por el campeón polaco, el Vive Tauron Kielce de Talant Dujshebaev por 31-33 tras un choque extraordinario y en el que la precipitación en los minutos finales y el gran encuentro del meta Slawomir Szmal en la segunda mitad (9 paradas) ha descentrado a la primera línea azulgrana. De nada han servido los 12 tantos de Kiril Lazarov ante un rival que ha sabido aprovechar las acciones de Julen Aguinagalde sobre la defensa azulgrana, forzando 8 penas máximas (todas transformadas por Bielecki), y que ha tenido la cabeza más fría durante el choque, con tres ataques consecutivos del Barcelona en los dos minutos finales que han acabado con la pérdida del balón. De esta manera el FC Barcelona ha perdido su primer encuentro de Liga de Campeones en el Palau desde hace casi cuatro años, concretamente desde el 18 de febrero de 2012 cuando fue derrotado por el Croacia de Zagreb (29-30); una derrota que puede hacerle perder el liderato del grupo si el Rhein Neckar Lowen vence en la pista del Pick Szeged. Xavi Pascual y Talant Dujshebaev, que se ha tomada la revancha de la derrota en la Final Four de la pasada temporada, se conocen demasiado para que uno sorprenda al otro y de salida los polacos colocaban en ataque a Julen Aguinagalde en el pivote y Uros Zorman como central, mientras que Chrapkowski y Kus ocupaban su posición en el eje de la defensa. En el bando barcelonista Wael Jallouz y Kiril Lazarov eran relevados en defensa por Edu Gurbindo y Viram Morros con lo que estaba claro que el choque iba a ser muy abierto. Dujshebaev ordenó velocidad en ataque a sus hombres y tras un inicio igualado el Barcelona, con un Lazarov espectacular ya se iba en el marcador (5-2, m.5) y controlaba el ritmo del partido con un Raúl Entrerríos con mucha fluidez. Además, la defensa barcelonista con el propio Entrerríos, Viran Morros y Cedric Sorhaindo en el eje se mostraba muy sólida. Poco antes de cubrirse el primer tercio de este período llegaba uno de los goles mas espectaculares de la temporada con pase de Entrerríos a la izquierda para Sigurdsson que, desde el extremo, lanzaba un pase a la derecha que Víctor Tomás transformaba con un gran 'fly' (8-5). El técnico visitante no quería que se le escapase el encuentro y coloco a Mateusz Jachlewski en apoyo de sus pivotes para intentar cortar la línea de pase azulgrana y la dureza del jugador polaco se hizo notar sobre Sorhaindo y Enterríos. Mientras, Aguinagalde provocaba constantes lanzamientos desde la línea de siete metros que Karol Bielecki iba transformando (cinco en la primera mitad). Aún así, las acciones de Lazarov (6 goles en este período) y Gudjon Sigurdsson al contragolpe lograban una cómoda ventaja (13-9, m.17). Bielecki relevaba a Zorman en la dirección del juego visitante y el alemán Tobias Reichmann al croata Cupic en el extremo derecho de su ataque, logrando recortar distancias (14-12, m. 20) aunque Jallouz y Syprzak lograban recuperar la ventaja poco antes del descanso, pero Reichmann cerraba el primer tiempo (19-16). La renta de cuatro tantos era recuperada por medio de Entrerríos al comienzo del segundo tiempo (21-17), pero el esloveno Zorman volvía a la dirección de su equipo y aceleraba en ritmo del partido lanzando a sus dos extremos los croatas Iván Cupic y Manuel Strlek, llevando a su equipo a un parcial de 1-7 que daba la vuelta al marcador (22-24, m.40) y obligaba a Xavi Pascual a pedir tiempo. El meta visitante Slawomir Szmal se mostraba intratable, con siete paradas a otros ataques del Barcelona y el entrenador barcelonista optaba por sentar a Saric y dar entrada a Pérez de Vargas en la portería, aunque Lijewski ampliaba aún más la ventaja visitante (24-28, m.48). La dureza con la que se empleaba la defensa polaca le pasaba factura y las exclusiones mermaron tanto su línea de cobertura como su ataque, lo que aprovechó el Barcelona para empatar le choque por medio de Noddesbo y Jallouz (29-29, m. 54). A partir de ahí el Kielce estuvo más sereno y logró irse de nuevo en el marcador (31-33) a 1:30 para el final del choque. Pascual pidió tiempo pero los nervios traicionaron a sus jugadores que perdieron el balón en tres ataques consecutivos, lo que sentenció la derrota azulgrana, la primera europea en el Palau desde hace casi cuatro años.