Las Guerreras anuncian batalla en el Mundial de Dinamarca

Las Guerreras ya están en capilla, y esta tarde debutan en el Mundial de Dinamarca ante Kazajistán (18:15, TDP), una selección casi desconocida, que sólo se ha enfrentado a España en dos ocasiones, y de la que Jorge Dueñas comenta que “tiene gente alta, pero su juego es más bien lento”, o lo era por lo menos. Es el inicio, un arranque al que las españolas llegan con la mayor ilusión tras la medalla de plata en el Europeo del año pasado.

“El equipo está bien. Puede hacer un buen papel. Tenemos a la gente ilusionada y actuando a un nivel alto”, apunta el seleccionador, que ayer no contó en el entrenamiento con Marta Mangué, “por precaución”, que ha recuperado a una renqueante Eli Chávez, que espera que “Macarena Aguilar acabe siendo la que es”, y que confía que Lara González “hoy ya pueda jugar” tras llevar dos meses y medio lesionada. Otro entrenador se estaría maldiciendo, pero esto es balonmano, y los jugadores conviven con el dolor, y a estas alturas, con tres meses de competición, no se salva nadie.

Cuatro primeros. El sueño español es la clasificación olímpica, segura con la medalla de oro (y más combinaciones, claro), pero ahora España arranca con la primera meta: acabar entre los cuatro primeros para meterse en los octavos de final, de eliminatoria directa, porque hay que llegar a los cuartos de final para ir al preolímpico (del segundo hasta el séptimo clasificado).

“El de hoy pasa por ser un rival asequible, pero es el primer partido, los nervios del debut, y todo eso, también influyen”, responde el seleccionador, que no sabe si lo mejor es arrancar contra uno de los débiles o contra Rusia o Rumanía, por ejemplo “porque eso depende del resultado, de cómo te vaya el partido”. Eso sí, porque está en un grupo que se las trae, con Noruega (campeón olímpico y europeo), con Rusia (que intenta recuperar sus mejores años), y con Rumanía (un clásico). Puerto Rico y Kazajistán parece que cuentan poco.

Hace cuatro años, en Brasil, España se colgó la medalla de bronce, la primera; falló en el Mundial siguiente (décima en Serbia); y ahora “pues la aspiración es máxima. La Selección defiende el segundo puesto del Europeo”.

Jorge no quiere comparar si este equipo es mejor que el de hace una temporada, aunque es evidente que tiene relevos, “y eso es lo ideal para un entrenador, los quebraderos de cabeza por la calidad de las jugadoras; un Mundial es largo y hay que dosificar los recursos, y si no baja el nivel de juego, pues es una suerte”.