Hugo González ya pisa fuerte y sueña con los Juegos de Río

Con tres años, su madre le apuntó a clases de nadar porque tenía miedo de que se ahogara en la piscina de casa. 13 después, Hugo González de Oliveira (Mallorca, 1999) es uno de los jóvenes de más calidad de la natación mundial, como demostró en el Nacional de Gijón, donde ha subido al podio en tres pruebas tan variopintas como los 200 espalda, 200 braza y 200 estilos, al margen de pulverizar dos mejores marcas de 16 años. “Es interesante ver que es capaz de nadar varios estilos y competiciones duras. Aquí no abundan los talentos, así que hay que pulirlos”, apunta Aschwin Wildeboer.

De padre mallorquín y madre brasileña, el nadador ve muy real clasificarse ya para los Juegos Olímpicos de Río. “Me hace mucha ilusión. Salieron las mínimas y las he mirado: no estoy muy lejos”, comenta con frialdad y una sonrisa. La vida de Hugo es la de un chico de su edad que compagina los estudios con el alto rendimiento deportivo. “Me levanto a las 6:15 y a las 7:00 ya estoy entrenando en la piscina Mundial 86. De las 10:15 a las 16:15 tengo bachillerato. He escogido el científico, pero todavía no se qué quiero hacer de carrera. Luego, vuelvo a prepararme de 16:30 a 18:15”, añade el vecino de Rivas (Madrid).

Debido a su edad, aún no puede dedicarle las mismas horas al entrenamiento que un sénior, ni tampoco realizar excesivas cargas de gimnasio. Lo suyo es un talento de la naturaleza: su hermana Nadia, de 13 años, está pulverizando los registros de su edad... y en este Nacional, en los 200 estilos, finalizó ya quinta.

La explosión de Hugo se produjo en el Mundial júnior, con el oro del 200 espalda, el bronce del 400 estilos y cinco finales. “Fue fantástico. Estuvo todo muy bien planificado en Singapur. Nadé para mejorar, no me puse objetivos. No tengo edad para más cosas”, deslizó entonces. En este Nacional ha sido la comidilla. “Cómo va este”, decían sus rivales. Y como reconocimiento a su 2015, Hugo González está nominado al Premio AS Promesa.