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ARTES MARCIALES MIXTAS

Wasabi cayó con polémica y la puerta de UFC sigue abierta

El español perdió en Monterrey por decisión dividida, en la final de The Ultimate Fighter, con el local Montaño. Parte del público abucheó el veredicto. “No estoy de acuerdo”.

Monterrey (México)
Enrique Marín 'Wasabi' (pelo corto y calzón azul) frente a 'Perry' Montaño en la final de The Ultimate Fighter en UFC de Monterrey (México).
GettyImages

Los luchadores se asoman por la boca negra del túnel. La música atruena. El Arena de Monterrey, con unos 15.000 mexicanos que han pagado entre 25 y 350 euros, aúlla. Aclaman a los gladiadores del siglo XXI, los luchadores de MMA (Artes Marciales Mixtas) de la UFC, la liga profesional que nació en EE UU en 1993 y se ha extendido por todos los continentes con más de cuarenta eventos al año. Atletas que entrenan nueve disciplinas que van del boxeo al jiu-jitsu brasileño pasando por la lucha o el muay-thai. Y que en un duelo a tres o cinco asaltos de cinco minutos, dentro de una jaula similar a un ring (el Octágono), buscan el KO para acabar dándose luego un abrazo. Grandes atletas enfrentados en un show no apto para estómagos delicados. Con ocho categorías de pesos. Crudo y conmovedor a la vez.

Y entre ellos, Enrique Marín ‘Wasabi’. Un sevillano de 29 años, maestro de primaria, que perseguía el sueño de lograr el premio de un contrato de seis cifras con UFC y se quedó en la orilla. En la final del welter de The Ultimate Fighter Latinoamérica, el reality que se rodó durante 12 semanas en Las Vegas y del que salieron los dos finalistas, Wasabi (9-2-0) perdió por decisión dividida contra Erik ‘Perry’ Montaño (7-3-0). Era la rara avis de un país sin tradición, que se metió en la última pelea con una excelente técnica y superando los miedos iniciales que demostró ante Kelvin Medinilla, en su primera actuación, y no delató ya en la semifinal con Héctor Aldana.

Sufrió una derrota controvertida. Buena parte del público abucheó la decisión de los jueces y despidió con un gran aplauso al andaluz. “Los dos somos ganadores. Luchamos en nuestra vida por estar aquí”, dijo Montaño abrazado a Wasabi mientras la decepción mudaba el gesto de este. “Estoy feliz por él, sin embargo no estoy de acuerdo con el resultado”, se quejó.

Los dos forjaron una gran relación en la casa, pero el octágono sólo conoce de un vencedor. Las estadísticas oficiales reflejaron 91 golpes totales de ‘Perry’ por 49 de ‘Wasabi’ (no pareció tal diferencia). Y dos derribos del mexicano por uno del español, que llevó la iniciativa y salió a buscar el contrato de seis cifras que se le escapó por muy poco. Demostró que, aun así, puede tener sitio en la UFC. Con menos dinero, pero dejó la puerta abierta.

La experiencia no se le olvidará a Wasabi nunca. Fue protagonista en el main card de una velada en las que reinaron Neil Magny sobre el favorito Kelvin Gastelum, Ricardo Lamas y el local Erik ‘Goyito’ Pérez, que levantó al público. De una gran liga profesional que firmó en 2011 un acuerdo de seis años con FOX, que emite eventos en abierto y también en PPV con cifras que ya han llegado a los 1,7 millones de pinchazos en una sola velada. Que hace sombra al boxeo en EE UU y por toda Latinoamérica, donde el canal UFC Network, que emite las 24 horas, ha encontrado un gran nicho. Una superindustria gobernada por su presidente Dana White que cuida la producción y la escenografía al milímetro, que construye héroes con luchadores que combaten con guantes ligeros sin casi protección y los dedos libres para poder agarrar. Un deporte-show extremo del siglo XXI basado en una lucha tan vieja como el hombre.