Se cumple con el guion y Harper y Donaldson son MVP
Sin dar mucho margen a la sorpresa, el jugador de los Nationals y el de los Blue Jays terminan siendo elegidos como los más valiosos del año.
Dentro del nutrido y lustroso panorama de los galardones en la MLB, el MVP es quizás el que más pasiones despierta por el simple concepto del premio, es decir, qué jugador ha sido el más valioso en cada una de las dos ligas, generando debates que van cambiando con la dirección del viento durante el transcurso del año y que tiene su colofón en la segunda mitad del mes de noviembre.
Sin embargo, toda esa energía destinada a debatir ese jugador decisivo ha quedado algo difuminada este año puesto que nos hemos encontrado con un par de casos bastantes claros de dos jugadores que tenían la pinta de ser claros candidatos y la realidad se ha terminado imponiendo.
Estos hombres son Bryce Harper y Josh Donaldson.
El jugador de Washington Nationals ha tenido esa clase de temporada que se aventuraba desde que fuera portada en Sports Illustrated con 16 añitos con la etiqueta de “El elegido” y se ha convertido en el ganador del MVP más joven que lo ha conseguido de forma unánime. En las 30 papeletas de los periodistas especializados del deporte, Harper las acaparó en su totalidad en ese primer puesto hasta obtener un total de 420 puntos, “apenas” 186 puntos por delante del segundo clasificado, el primera base Paul Goldschmidt, y de Joey Votto de Cincinnati Reds.
Se trata sólo de la octava ocasión en la que ha habido un voto unánime a la hora de elegir al MVP en la Liga Nacional y Harper se mostró tremendamente abrumado por el reconocimiento.
Curiosamente, los tres finalistas pertenecían a equipos que no lograron clasificarse para los playoffs, lo que supone un cambio de discurso a la hora de premiar a un jugador que había ayudado significativamente a que su equipo llegue a la postemporada como ocurría en años anteriores, y es la primera vez desde que Albert Pujols lo lograse en 2008.
El año de Harper fue para enmarcar. No sólo lideró las Grandes Ligas en porcentaje en base (.460), en slugging (.649) y en WAR (9.9) sino que quedó empatado en su liga en home runs (42) y tuvo la segunda mejor marca de bateo (.330). El right fielder de los Nationals se convirtió en el tercer jugador más joven en liderar las Grandes Ligas tanto en porcentaje en base como en slugging desde 1900, sólo por detrás de Ty Cobb (1909) y Stan “The Man” Musial (1941). Los otros dos son figuras míticas de este deporte y están en el Hall of Fame.
Se podría hablar largo y tendido de las causas de ese salto cualitativo experimentado por Harper pero una de ellas fue el hecho de disputar 153 de los 162 partidos, es decir, estar alejado de las lesiones innecesarias que le han lastrado en campañas anteriores y minado su progresión.
Aun así, Harper mejoró absolutamente en todo, desde su selectividad en el plate, no persiguiendo envíos fuera de la zona de strike, hasta su rendimiento contra todo tipo de lanzamientos en la misma. En resumen, si le desafiabas, ibas a salir escaldado. Si no lo hacías, mostraba paciencia y caminaba a primera base.
Por su parte, Josh Donaldson se aprovechó de su influencia de cara a acabar con la sequía en postemporada de Toronto Blue Jays, ausentes en octubre desde 1993, y fue capital a la hora de forzar hasta un sexto encuentro de Series de Campeonato ante los eventuales campeones de la temporada, Kansas City Royals.
Protagonista de aquel sonado traspaso a comienzos de 2015, Donaldson se hizo con 23 primeros puestos de los 30 posibles a la hora de superar a Mike Trout, que ganó el MVP en 2014 y que no ha terminado por debajo de la segunda posición en sus cuatro años en la MLB, habiendo podido ganar perfectamente en todos ellos.
Sin embargo, un horrible mes de agosto en el que estuvo lesionado y muy poco productivo (.218, 1 HR) fue lo que eventualmente decantó la balanza en contra ya que Donaldson estuvo increíble (.324 BA, 11 HRs & 35 RBIs en 27 partidos), ayudando a los Blue Jays al primer puesto de una división que terminaría siendo suya.
A pesar de terminar muy poco por detrás en WAR respecto a Trout, los grandes momentos de Donaldson, ganando partidos con un último swing, hizo que los periodistas acreditados decantaran claramente la balanza a su favor aparte de su espléndido año, liderando la Liga Americana en carreras impulsadas con 123 y tercero en home runs con 41, al igual que Trout.
De esta manera, Donaldson se convertía en el primer jugador en ganar el MVP en la Liga Americana en su primer año con el nuevo equipo tras Vladimir Guerrero en 2004 con los Angels y es una justa recompensa al largo camino recorrido por uno de los jugadores más expresivos de toda la MLB.