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Pittsburgh Steelers 30 – Cleveland Browns 9

Festival de Big Ben que salió desde el banquillo para arrasar

Una buena actuación de Johnny Manziel no fue suficiente para que los Cleveland Browns se sobrepusieran al ataque letal de los Pittsburgh Steelers.

Antonio Brown terminó el partido con 10 recepciones, 139 yardas y dos touchdowns.
Jason BridgeUSA Today Sports

La pregunta que todos nos hacemos es por qué inició el partido Landry Jones. El quarterback suplente/titular de los Steelers se lesionó el tobillo izquierdo con el choque recién comenzado y Big Ben, el quarterback titular/suplente, salió al campo para que el Steelers-Browns se convirtiera en un duelo aéreo en el que Roethlisberger no solo salió victorioso, sino que se dio un auténtico festín.

Las dos defensas quedaron retratadas contra el pase, pero fueron muros frenando la carrera. Los Browns llegaron al descanso con 6 yardas negativas por tierra (15 totales al final), pero los Steelers no fueron mucho más efectivos: DeAngelo Williams solo sumó 3 yardas en siete carreras antes del medio tiempo (60 terrestres de Pittsburgh en todo el choque).

Quien crece partido a partido es Johnny Manziel. En su primera jugada se le escurrió el balón de las manos y sus rivales recuperaron la posesión en la yarda doce de Cleveland, pero a partir de ese momento se convirtió casi en infalible. Con su movilidad, y su facilidad para arrancar a correr fuera del pocket, volvió loca a la defensa de los Steelers, que veía cómo sus pases a media distancia eran letales casi siempre.

Sin embargo, el encuentro comenzó con un cruce de field goals con el que los señores del Acero se adelantaron 6-3.

Recién comenzado el segundo cuarto, Roethlisberger conectó con Martavis Bryant para un pase de 64 yardas que parecía el prolegómeno de una serie anotadora, pero el receptor perdió el control del balón que terminó en manos de sus rivales. Fue una buena noticia para Cleveland, pero también el aviso de que Big Ben estaba en plena forma y con ganas de guerra. Los de Pittsburgh no tardaron en conseguir su primer touchdown, con un pase a Antonio Brown inconmensurable una semana más (14-3 tras la conversión de dos), gracias además a un regalo de equipos especiales de Cleveland, que regalaron un primer down cuando sus rivales se habían conformado con patear un field goal.

En el siguiente ataque de los Browns, Hawkins sufrió un fumble a las primeras de cambio que devolvió la pelota a los Señores del Acero en la yarda 36 rival. Éstos se quedaron en la yarda 1 en cuarto down, pero Manziel no fue capaz de sacar a los suyos de la encerrona, los Steelers recuperaron el balón, y Big Ben conectó con Bryant con un pase de 32 yardas para touchdown (21-3). El partido, convertido en duelo de pistoleros, era dominado por un Big Ben en su salsa que lanzaba a placer a Antonio Brown y Martavis Bryant.

En la segunda mitad los Steelers consiguieron anotar un field goal en su primera posesión. Y de inmediato comenzó una serie interminable de los Browns, que durante casi 10 minutos se atravesaron el campo, se quedaron a una yarda del touchdown tras una jugada de Manziel ‘marca de la casa’, casi salieron de distancia de filed goal por culpa de las penalizaciones (los Browns sufrieron 188 yardas de penalización totales en 12 faltas) y terminaron entregando el balón con una intercepción de Mitchell a Johnny Football. Pero Big Ben devolvió el favor de inmediato lanzando otra intercepción a Poyer. Johnny Football no reaprovechó esa segunda oportunidad y conectó un pase de touchdown de7 yardascon Barnidge que dejaba el marcador 24-9 después de que Coons fallara el extra point.

Quedaba casi todo el último cuarto y los Steelers decidieron dormir el partido, correr con DeAngelo Williams, y dejar que el reloj volara. El jugador, que hasta entonces había sido un espectador de lujo del partido, con yardas de carrera negativa, se convirtió en un bulldozer que cerró a la defensa rival para que Big Ben aprovechara el desconcierto para volver a conectar con Antonio Brown, que anotó su segundo touchdown, de 56 yardas, colofón de un nuevo partido monstruoso del receptor.

Manziel, que acabó el partido con 33 completos de 45 intentos, 371 yardas, un touchdown de pase y una intercepción, intentó lo imposible en una última serie a la desesperada, que fracasó con un cuarto down en la yarda 5 de Pittsburg.

Roethlisberger, que cerró su festival con 22 de 33, 379 yardas, tres touchdowns y una intercepción, pudo inflar más el resultado después de llegar hasta la yarda 1 rival y arrodillarse para cerrar el encuentro.

Los Steelers siguen confirmando que su ataque es una máquina imparable cuando Big Ben está sano y, para cerrar con un toque español, Alejandro Villanueva, pese a una salida falsa, tuvo una actuación perfecta y durante todo el encuentro controló perfectamente a Desmond Bryant, su duelo individual, que quedó casi inédito.