Sucedió lo que tenía que suceder. Y lo que se esperaba. El Consejo Directivo de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) sancionó ayer a Rusia por Dopaje de Estado . Y lo hizo con 22 votos a favor, uno en contra (¿Alberto Juantorena?) y la abstención forzosa del representante ruso, que no podía votar al estar directamente implicado. La decisión entra en vigor desde ahora mismo, según reza el comunicado de la IAAF publicado pasadas las once de la noche del viernes. El Consejo Directivo de la IAAF, máximo organismo ejecutivo, no se reunió físicamente, sino que lo hizo por vídeoconferencia, presidida en Londres por Sebastian Coe. José María Odriozola, tesorero de la IAAF, la siguió y voto desde Madrid. La deliberación duró varias horas y la decisión que se tomó fue la que recomendaba el Informe de la AMA dirigido por el canadiense Dick Pound: la suspensión provisional de Rusia de todas las competiciones internacionales, aunque abriendo al puerta a una readmisión si la política de este país sobre el dopaje cambia drásticamente. Coe ha declarado que “la decisión que se ha tomado es la más dura que podíamos tomar en estos momentos y hemos estado de acuerdo en que el sistema ha fallado, no sólo en Rusia, sino en el mundo entero”. Y continúa: “La IAAF, la AMA, las federaciones miembros y los atletas debemos trabajar juntos para analizar qué ha qué ha fallado. No hay nada más importante que esto para nuestro deporte en estos momentos”, dice el presidente, que ejerce el cargo desde el pasado mes de agosto. Estas son las consecuencias principales de la decisión tomada ayer por el Consejo Directivo de la IAAF: los atletas rusos y el personal ayudante (entrenadores, fisios...) no podrá competir internacionalmente, incluyendo Series Mundiales y Juegos Olímpicos, y Rusia no podrá organizar la Copa del Mundo de Marcha de 2016 en Cheboksary ni el Campeonato Mundial Júnior de ese mismo año en Kazán. Sí se permiten las competiciones internas, pero los atletas de alto nivel deberán seguir con los programas antidopaje de la Federación Internacional, incluidos los controles por sorpresa o fuera de competición. Esta es la sanción más dura impuesta jamás por la IAAF a un país que, además, es una de las grandes potencias de este deporte.