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FÚTBOL AMERICANO

Un transexual jugará en la liga española de fútbol americano

Oscar, de los Zaragoza Hurricanes de la tercera división nacional, ha conseguido el permiso federativo para competir como hombre.

Oscar en un partido de los Hurricanes.
Zaragoza Hurricanes

Oscar, un transexual de 21 años de edad, jugará esta temporada en los Zaragoza Hurricanes, de la tercera división de la competición española de fútbol americano. Se trata del primer hombre nacido con cuerpo de mujer que obtiene el permiso federativo para competir en una liga oficial masculina.

Oscar tendrá que competir con su nombre femenino de nacimiento. Aunque ya ha iniciado el proceso de cambio legal de nombre y sexo este no se hace efectivo hasta que pasan dos años. Pero ya está hormonándose con testosterona. 

El jugador de los Hurricanes siente devoción por el fútbol americano. Lleva tres años jugándolo en categoría femenina. De hecho, no comenzó el tratamiento hormonal con testosterona hasta que concluyó la pasada campaña porque habría dado positivo en los controles anti dopaje.

Cuando su equipo femenino se deshizo, Oscar tuvo claro que seguiría jugando, aunque no valoró la repercusión de su decisión: "No le dí muchas vueltas, quería seguir jugando y no quería hacerlo en categoría femenina. Así que se lo conté al club y ellos me apoyaron y me dijeron que pedirían los permisos. No sabía ni que íbamos a ser pioneros ni que se iba a formar este revuelo mediático".

José Gracia, presidente del Zaragoza Hurricanes lo relata así: "Oscar me dijo un día que tenía que contarme algo, que se sentía hombre. Yo lo vi como algo natural. Por fortuna, mi madre tiene amigos transexuales y gays y lo veo como algo normal. Sólo le dije que le apoyaríamos en lo que quisiese y pedimos a la Federación Española de Fútbol Americano (FEFA) y al Consejo Superior de Deportes (CSD) los permisos federativos. Y los han concedido".

Para Oscar no está siendo agradable este trago. "Me ha llamado un montón de gente, de muchos medios. Parezco famoso. Y no me gusta nada ser el centro de atención", dice, pero responde con amabilidad y cordialidad porque "se que esto puede ayudar a mucha gente, a gente que no se siente con el valor suficiente como para defender sus derechos, y creo que esto puede ayudarles, así que lo hago".

Donde no ha tenido problemas ha sido en el vestuario. Ya entrenó junto a sus compañeros la pasada temporada, pues el equipo femenino compartía campo con el masculino, pero ahora está integrado del todo. "Como uno más, me tratan como uno más, sin duda", cuenta Oscar. El presidente de los Hurricanes opina igual: "Todo es natural y no existe ninguna discriminación. De hecho, es bueno para el equipo y es bueno que seamos pioneros. Si podemos ayudar a que otras personas, que se pueden sentir excluidas, vean que no tiene porqué ser así, mejor, pero lo importante es que Oscar es uno más de nosotros".

Oscar cambia el tono, y se le nota mucho más cómodo, hablando de fútbol americano. Ahí aparece el verdadero chaval enamorado del juego. El equipo de Zaragoza, que el año pasado descendió, lleva de pretemporada desde el mes de septiembre y comenzará la competición el 19 de diciembre.

"Soy linebacker. Me gusta más la defensa, el punto de vista de quien protege su territorio", explica, aunque también jugó de quarterback a lo largo de su carrera. Los linebackers suelen ser la gente más fuerte de la defensa, y él sabe que físicamente le va a costar, "sí, porque las hormonas aún no me permiten estar en plenitud física. Pero lo suplo con mucho trabajo en el gimnasio, y con técnica". No quiere ni oir hablar de si tiene capacidad física para jugar en un deporte tan violento, "si mi entrenador me ve capaz de jugar de linebacker por algo será".

Tampoco tiene ningún miedo al asunto de las conmociones cerebrales y la dureza del fútbol americano. Subraya que "una de las normas es no ir casco contra casco. Y, además, hay estudios que indican que hay más lesiones, más golpes, en el fútbol europeo, en el que llaman soccer allí, así que no, no tengo miedo a eso".

Despide la conversación hablando de lo que le "molaría" hacer sacks, es decir, cazar al quaterback, una de las jugadas supremas de la defensa en este deporte, y que su entrenador le mandase hacer blitzes. "Te dejo, que tengo que entrenar", puntualiza, dejando claro que se está haciendo famoso por su condición de pionero en derechos de los transexuales, pero que lo que de verdad le interesa en esta historia es disfrutar de su deporte.