All Blacks contra Wallabies: la mejor final de la historia

Twickenham acoge el partido que está llamado a ser la mejor final de la historia del Mundial (17:00, Canal + Deportes). Los números adornan el encuentro (encabezan el ránking World Rugby, tienen dos títulos cada uno...), pero, por encima de todo, son los dos mejores combinados del planeta. A los All Blacks se les veía venir de lejos, como un tremendo eclipse que todo lo oscurece, sumiendo a sus víctimas en la oscuridad. Esa sombra gigante en la que se ha convertido durante la última década (sólo sufrió el pinchazo de 2007, en cuartos ante Francia) viene de ganar el último Mundial y en este 2015 es incluso mejor. Se habla del mejor equipo de la historia de este deporte.

Aunque suena a imbatible, no lo es. Al menos si enfrente está Australia. La gran alternativa a frenar el rugby total de sus vecinos neozelandeses. Será la primera vez que ambas potencias se encuentren en una final. El equipo de Cheika, como el Fénix, se eleva majestuoso tras tocar fondo hace dos años. Los Wallabies son un equipo fiero. Flaqueaban en melé, y su mejoría es notable. Echaban en falta a Giteau y el seleccionador se encargó de cambiar las reglas de su Federación para citarle. Además, ha dado confianza al pateador Foley... y, sobre todo, tiene una tercera línea terrorífica: Fardy-Hooper-Pocock. Ellos serán los estiletes para frenar la ofensiva de los All Blacks. A Australia no le falta talento ni descaro, saldrá a atacar, aun a sabiendas de que en un intercambio de golpes con Nueva Zelanda lleva las de perder.

Se habla mucho de la defensa australiana, pero los números de los All Blacks son espectaculares. Apenas dejan resquicios para los errores. Cheika lo sabe y su Australia, también. A la menor concesión esperan sorprender a una Nueva Zelanda que nunca ganó el Mundial fuera de su territorio. También dice la historia que ningún país logró retener corona y que las dos veces que se disputó en suelo británico fueron capitanes wallabies los que levantaron el trofeo. La estadística dice eso, pero si hay un equipo capaz de tumbar todo y a todos es esta Nueva Zelanda, el mejor equipo de siempre.