Syndergaard hizo lo que tenía que hacer para ganar el partido
El lanzamiento pegado y arriba del pitcher de los Mets tuvo sus frutos a la hora de evitar que los bateadores de los Royals se sintieran cómodos.
El pitcher diestro de los New York Mets, Noah Syndergaard, también conocido por su alter ego, Thor, tenía un plan en mente cuando se acercó el tercer partido del Clásico del Otoño contra Kansas City Royals.
Tomando muy buena nota de lo sucedido tanto con Matt Harvey como con Jacob deGrom, Syndergaard dijo crípticamente que tenía algún as en su manga y que iba a formar parte de su plan de juego de cara a su salida frente a Yordano Ventura.
Después de ver el lanzamiento, pegado y arriba sobre Alcides Escobar, la MLB supo de inmediato que no sólo Sydergaard había hecho acto de presencia en las Series Mundiales sino que su objetivo era claro: la comodidad demostrada por unos bateadores de los Royals que habían conseguido anular a los grandes titulares de los Mets no iba a ser tolerada.
En el siempre competitivo mundo de la Major League Baseball, ver a un muchacho de 23 años, que roza los dos metros de estatura, que muestra las agallas de lanzar un mensaje alto y claro es refrescante.
Que quede claro. Noah Syndergaard en ningún momento tuvo la intención de golpear a Alcides Escobar. Es cierto que un envío de esta índole siempre conlleva un peligro pero si Thor quiere golpear al shortstop de los Royals lo hubiera hecho.
La labor de los pitchers de los Metropolitanos, complicada en todo momento, se ha visto comprometida al ver a un grupo de bateadores como los de Kansas que no cesaban de causar problemas, conectando sin descanso cualquier lanzamiento, sin importar ni la velocidad ni la localización.
Noah Syndergaard tenía que intentar algo distinto y eso distinto era hacer evidente que la parte interna de la zona de strike era suya. Afirmando esa área, su labor pudo ser más sencilla pero especialmente desde la tercera entrada, desde la que dejó a los Royals bajo mínimos.
Es comprensible que el banquillo de los Royals estuviera encendido y que tuvieran ganas de hacérselas pagar todas juntas a Syndergaard pero la mejor manera de hacerlo será siempre sobre el terreno de juego y en esa zona, quien triunfó en el tercer partido fue la titánica figura de Syndergaard.
Al contrario que otros pitchers, que se excusan siempre en que el lanzamiento se le ha “escapado” u otras explicaciones por el estilo, Sydergaard afirmó estoico cuál era su intención.
“Mi intención con ese lanzamiento era hacer que se sintieran incómodos y creo que es lo que logré. Creo que en cada partido de playoff en el que Escobar ha jugado, ha intentado batear la primera bola rápida que recibía. No creo que quisiera batear esa.”
“Por supuesto, no estaba intentando golpearle. Eso seguro. No quería que se sintiera demasiado cómodo. Si tienen un problema con que pueda lanzar pegado al cuerpo, me pueden encontrar a 60 pies y 6 pulgadas. No tengo ningún problema al respecto.”
Como es normal, se han generado multitud de reacciones pero ver a alguien como Pedro Martínez pronunciándose en esta materia es… revelador.
No hace falta afirmar que si las Series van a siete partidos, el Kauffman Stadium de Kansas City querrá saldar las cuentas pendientes a Noah Syndergaard pero siempre en el terreno deportivo.
Y yo no puedo esperar a que eso se produzca.