La final del Mundial es la gran espina clavada de Dan Carter
El máximo anotador histórico nunca ha jugado una final del Mundial. Es el jugador mejor pagado de la historia: Racing de París le pagará 1,9 millones por temporada hasta 2018.
El adiós de Dan Carter a los All Blacks se cerrará de la forma más especial. Este apertura neozelandés de 33 años disputará el sábado su test número 112... y lo hará en la final del Mundial. Carter, que fue el mejor jugador para la IRB en 2005 y 2012, fue campeón hace cuatro años pero apenas aportó tras caer lesionado en la primera fase. Resulta curioso que este apertura, máximo anotador de todos los tiempos (1.579 puntos), nunca haya disputado la final de un Mundial: se colgó la medalla de bronce en 2003, fue cuartofinalista en 2007 y salió campeón en 2011, pero se lesionó tras dos partidos.
Carter es un jugador especial, lo ha logrado todo (cuatro títulos del Super Rugby con Crusaders y campeón del Top 14 con Perpignan), pero le falta esa sensación. Del mismo modo que Lomu concentró todas sus proezas en partidos de Mundial, a Carter le queda la espina de brillar en este gran Torneo. La revista Rugby World ni siquiera le incluía entre los 50 mejores mundialistas antes de este torneo. El apertura se ha tomado muy en serio sus últimos partidos con los All Blacks, lleva 63 puntos, y antes de dar su salto a Francia con Racing de París quiere levantar el Trofeo siendo parte del duelo decisivo.
Dan Carter es el jugador mejor pagado de la historia del rugby. Su nuevo contrato con Racing le reportará 1,9 millones de euros durante cada una de las próximas tres temporadas. Le siguen las estrellas de Toulon: Giteau (1,25 millones) y Halfpenny (833.000 euros). Contratos con los que los clubes de Super Rugby no pueden competir. De hecho, el propio Carter aprovechó en 2009 el año sabático que concede la federación neozelandesa a algunas estrellas para firmar seis meses en Perpignan. Entonces percibió algo más de 600.000 euros por media temporada. La operación se vislumbró, pese a su contrastado nivel, más como una vía de marketing que deportiva. Curiosamente, Carter cayó lesionado tras apenas cinco partidos como catalán.