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SERIES MUNDIALES

Los Kansas City Royals deberán ser Magnus Carlsen

Después de perder frente a los Giants y Madison Bumgarner, los Royals creen haber aprendido la lección en su regreso a las Series Mundiales.

El rendimiento de los bateadores de Kansas City Royals contra pitchers titulares como Jacob deGrom será clave.
ELSAAFP

Los Kansas City Royals llevan esperando este momento desde hace un año. Hará justo doce meses, los San Francisco Giants le ganaron el séptimo partido de la Serie Mundial en Kauffman Stadium. Todo el mundo recuerda la prodigiosa actuación de Madison Bumgarner al relevo en ese séptimo partido. Sin embargo, los Royals también recuerdan la impaciencia de sus bateadores en la caja de bateo. Llegando a la desesperación y por tanto a la nula productividad ofensiva.

Kansas City Royals está izando poco a poco su bandera anti-moneyball, reflejado en ignorar la ley de dejar pasar muchos lanzamientos para subir probabilidades de llegar a base. Prefieren buscar la conexión con la bola cuando lo creen conveniente. Como dice Hosmer: 'si una curva viene para ser bateada con 0-0, ¿por qué debo esperar a estar 0-2? Esa curva con 0-0 es más fácil de batear'.

Los Royals definitivamente no son amigos del Casino y retan a la probabilidad, algo con lo que no se sienten muy cómodos. La prensa que no acepta la revolución de hacer equipos por ordenador, les abraza de forma solemne.

Magnus Carlsen es el genio del ajedrez mundial hoy día y su principal argumento en la derrota es que no se obsesiona, aunque sí aprende de ellas. Tanto este año, como el pasado y también reflejado en esas entradas finales de la Serie Mundial del año pasado, los Royals son el equipo que menos lanzamientos ve por turno. En el 2015 son 3.70 lanzamientos por cada turno que un pelotero de los Royals ve en la caja de bateo. El problema para ellos, es que quizá se encuentren cuatro Madison Bumgarner. Terry Collins anunció la tan esperada rotación de los Mets sin novedad: Matt Harvey, Jacob deGrom, Noah Syndergaard y Steven Matz abrirán por los Mets los cuatros primeros partidos de la Serie Mundial.

La gran fortaleza de los Mets, más allá de la heroica actuación de Murphy en las Series de Campeonato, o la resurrección de la ofensiva neoyorquina tras la llegada de Céspedes, es la rotación abridora. Una rotación abridora que lanza muy duro y que silenció a una batería ofensiva poderosa como la de los Cubs. Por ejemplo, Noah Syndergaard lanzó en el segundo partido de las Series de Campeonato por la Liga Nacional contra los Chicago Cubs un total de 22 bolas rápidas de cuatro costuras, de las cuales 18 fueron strikes. La media de esos 22 lanzamientos fue de 98.3 millas y la velocidad máxima de 99.9 millas, sin duda algo muy difícil de conectar.

La recta más poderosa de toda la rotación de titulares de los Mets pertenece al rookie Noah Syndergaard.
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La recta más poderosa de toda la rotación de titulares de los Mets pertenece al rookie Noah Syndergaard.STEPHEN DUNNAFP

Los Royals deben preguntarse si es una buena estrategia no esperar mucho en cada turno como vienen haciendo o si se estancarán y los abridores neoyorquinos les sacarán de balance una y otra vez cuando entren en barrena.

En ese mismo partido: Syndergaard lanzó el sinker en 39 ocasiones, de las cuales en 26 de ellas fue strike. Con una velocidad media de 98.2 millas y una velocidad máxima de 99.7 millas, disparó fuego durante toda la noche con una gran localización de sus pitcheos. Quizá Ned Yost prepara una emboscada de toques y robo de bases si cree que no podrá producir mucho bateando profundo. Recordemos que a los Royals no les fue mal en los partidos que su tercer bate tocaba la bola en la primera entrada de una Serie Mundial.

Definitivamente, es arriesgado pensar que cometerán el error de precipitarse con los potentes lanzamientos rivales. Pensar en los más profundo de la derrota, como hace Carlsen, quizá sea la mejor estrategia para los Royals. Quizá dejen pasar más pitcheos de los que vienen dejando pasar durante el año, que es una estrategia que les ayudó mucho, pero que les impidió dar el paso definitivo. La respuesta la tendremos muy pronto y evitar que el pitcheo abridor de los neoyorquinos sea dominante es el gran objetivo de los Royals.