Los All Blacks ya son finalistas tras sufrir ante Sudáfrica (20-18)
Los Springboks defendieron a gran nivel en la primera mitad, vencían al descanso 7-12, pero Nueva Zelanda impuso su mejor nivel en la segunda parte.
El actual campeón, el poderoso combinado de los All Blacks, ya está en la final de este Mundial. Le costó, más de lo previsto para muchos, pero logró batir a una Sudáfrica que fue de más a menos. Al descanso incluso se imponía (7-12) y tampoco habría sido descabellado creer en que Nueva Zelanda prolongara su maldición: esa que dice que son incapaces de ganar un Mundial fuera de su país. El próximo sábado se medirá a Australia o Argentina, que juegan este domingo (17:00 horas) la segunda semifinal. El perdedor peleará el tercer puesto el viernes con unos Springboks que arrancaron el Mundial avergonzados por su derrota ante Japón y que tuvieron a tiro derrotar al gran favorito. El rugby tiene estas cosas. Y si no que le pregunten a Australia, que casi pierder frente a Escocia en cuartos (de ser la Cuchara de Madera del VI Naciones a casi dar la sorpresa).
Sudáfrica quiso hacerle frente a la dimensión del partido desde el primer instante. Jugó a la mano, con descaro, y pronto encontró el primer golpe para Pollard gracias a un maul. Los All Blacks respondieron rápidamente con un ensayo de Kaino en la esquina. Nueva Zelanda desplegaba su repertorio para remontar rápidamente. Sin embargo, la mejor versión negra quedó ahí. A partir de ese momento se estrelló una y otra vez con la férrea defensa de los Springobks. Superado el ecuador del primer tiempo ya había remontado Sudáfrica con dos pateos más de su apertura (el primero tras otra jugada a la salida de un line). Un penalti había cometido el cuadro de Meyer, por seis de Nueva Zelanda. El mundo al revés. Tuvo un pateo para poner a los All Blacks por delante Carter, pero su chut pegó en el poste. Se olía lo peor para los intereses del campeón. Aunque cuando algo va mal siempre puede empeorar y al filo del descanso Kaino vio la amarilla por una patada absurda a un balón tras salir de un ruck. Nueva Zelanda en inferioridad y otro golpe para Pollard (7-12). Descanso y todo de cara para una Sudáfrica que resistía mientras el argumento de los All Blacks se limitara a las patadas rasas a la espalda de la línea de los Boks... y los balones salieran de banda.
No eran los All Blacks de la paliza ante Francia, pero con seguir insistiendo tenía que bastarles. A los Springboks les costaba atacar y no sacaron ventaja mientras Kaino estuvo en la banda. Carter metió a los campeones en el choque con un magnífico drop y a la vuelta del flanker, con la igualdad numérica, llegó otro arreón neozelandés. El asedio acabó con Habana metiendo la mano donde no debía (lo que le costó tarjeta amarilla) y en la ventaja de dicha acción Barrett posaba en la esquina. Remontaban los All Blacks. Se podía esperar que Nueva Zelanda reventara el choque pero tampoco supo sacar rédito de la expulsión temporal de Habana. Un pateo de Carter, otro de Pollard... y máxima igualdad para los últimos diez minutos. Los Springboks estuvieron incluso cerca, pero Nueva Zelanda demostró por qué son los mejores, no sólo en ataque. Neutralizaron un maul sudafricano y robaron un line. A Sudáfrica se le agotaban las vías y Nueva Zelanda supo afianzar su triunfo. Los All Blacks son finalistas. Y esperan a Australia o Argentina.