Sudáfrica sufrió frente a Gales pero ya está en las semifinales

Japón le sacó los colores en el debut. Una derrota histórica y casi vergonzante. Sin embargo, Sudáfrica se levantó, pasó de ronda, y ya está en semifinales. Ganó a Gales (23-19) aunque le costó, mucho. Más de lo que todos podían creen. Se dieron todos los condicionantes para que el Dragón ganase... ímpetu británico y racanería de los Springboks. Y de no ser por el ensayo final de Du Preez la que estaría en la penúltima ronda sería la escuadra de Gatland. Sudáfrica se aferró al pateo de Pollard hasta que pudo y se vio obligada al ensayo. Entonces apretó y gracias a un hueco incomprensible de la zaga galesa, a la salida de una melé, el experimentado medio melé encontró el camino para posar en la esquina y con ello colocar a Sudáfrica como el primer semifinalista de este Mundial. Eso sí, tendrá que jugar mejor o el siguiente escalón será aún más inclinado.

Gales salió más decidido, sin miedo, pero fue Pollard quien comenzó con su recital. Antes North había amenazado con una gran carrera (apenas se le volvió a ver, como en el resto del Mundial). Dos penalizaciones le costaban a Gales un 6-0 en contra. Luego recortaría Biggar y después el apertura de los Boks dejaba el 9-3. Biggar volvió a echarse el equipo a las espaldas y se inventó un globo que sorprendió a Le Roux. La cazó el apertura del Dragón y le regaló el ensayo a Gareth Davies (se va del Mundial con cinco conquistas). Al descanso, tras un drop de Biggar, remontaba Gales el pateo anterior de Pollard. 12-13. Resultado justo.

Ya en el segundo acto a Pollard parecían temblarle las piernas. Falló dos golpes de castigo, aunque sí pudo entre medias pasar un drop lejano. Porque Sudáfrica, que lo intentaba a la mano, no podía con el muro del Dragón. Gales desplegó sus alas, había que pasar por arriba. Pollard puso el 18-16, respondió Biggar 18-19... y el tramo final ambos intentaron defender y atacar con cuidado. Cualquier infracción costaba el pase. De la forma más inesperada, a la salida de una melé, Vermeulen se quedó con el balón, dio un pase por la espalda a Du Preez y éste posó en la esquina (23-19). Ya en los últimos cinco minutos no pudo Gales firmar la heróica y Sudáfrica, sobre el papel superior aunque no lo demostrara en el campo, vuelve a jugar las semifinales de un Mundial. El Dragón, con la cabeza bien alta, llora en su vuelta a casa.