Ricardinho despertó y el Movistar se llevó el Clásico

Nadie hubiese dicho al descanso que el Movistar saldría victorioso de un Palacio de Murcia que presentó la imagen de las grandes ocasiones. Hasta entonces los locales ganaban 2-0 y parecían haber encontrado la fórmula de anular a las estrellas de los madrileños. Pero esa impresión cambió cuando Ricardinho, de nuevo decisivo, se entonó y fue capaz de cambiar el rumbo para mantener a este Movistar invicto como líder de la LNFS.

Aunque, como ya se ha dicho, nadie lo hubiese firmado tras los primeros 20 minutos. ElPozo mandaba, no por posesión pero sí por intensidad. Los jugadores de Duda apretaban la salida del balón del Movistar de modo asfixiante y los de Torrejón no eran capaces de encontrar la fórmula para salir con el balón jugado. En esa labor destacaban Marinovic, Miguelín, Bebe… pero sobre todo Álex.

Porque el Diablo de Cieza fue clave en esa gran imagen local de la primera parte y siendo protagonista en los dos goles, por cierto con una diferencia de segundos, que anotó ElPozo en esa primera mitad. Primero, cuando una mala salida de balón del Movistar hizo que este cayera en los pies del pívot murciano. Este buscó el hueco y la manera de sorprender a Herrero: punterazo raso que significó el 1-0, Luego, porque un robo suyo en una salida del meta madrileño dejó a Lima en posición franca para marcar, y no falló.

El Movistar estaba obligado a reaccionar y lo hizo tras el descanso. Cómo no, de la mano de Ricardinho. El astro portugués tomó los mandos y cada vez que recibía un balón en banda lo convertía en peligro. Si uno lo usó para encarar, irse y, antes de recibir la entrada de Matteus, ponerlo en los pies de Daniel para el 2-1. El segundo lo convirtió en una obra maestra: se fue de Campos, sentó a Adri y cedió a Darlan para empatar el clásico.

Duda usó el tiempo muerto para parar la avalancha e intentar despertar a los suyos, que tras tener dominado el choque se encontraban totalmente a merced de su rival. Fueron varias las ocasiones que perdonaron los madrileños ante un Fabio muy acertado. Pero la pista parecía ir cuesta abajo hacia su portería y el gol acabó llegando. Daniel, enorme también el brasileño, robó a Miguelín, quebró a Lima y anotó el 2-3 a falta de menos de dos minutos. Tiempo en el que los locales lo intentaron con todo (de cinco) y a punto estuvieron de empatar. Álex la tuvo, pero esta vez Herrero sacó una mano prodigiosa y dejó a ElPozo pensando en cómo un partido que tenía controlado hacía 20 minutos, se había escapado de esa manera.